Duración 45 minutos.

Saques 2 de Dorronsoro y otros 2 de Matute.

Tantos en juego 3 de Dorronsoro, 1 de Díez, 8 de Albarado y 2 de Matute.

Errores 7 de Dorronsoro, 5 de Díez, 2 de Albarado y 3 de Matute.

Marcador 0-2, 1-2, 1-3, 8-3, 8-15, 9-15, 9-16, 9-20, 10-20 y 10-22.

Incidencias 300 espectadores en el Ogueta para presenciar las finales de la primera edición del Azken Urratsa, torneo patrocinado por Diario de Noticias de Álava.

Vitoria. Unai Albarado e Ignacio Matute se hicieron con el triunfo en la final de la primera edición del Azken Urratsa casi sin despeinarse. El gasteiztarra y el riojano doblegaron a un correoso Dorronsoro y un errático Díez por un contundente 10-22 para adjudicarse el torneo patrocinado por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

El delantero de Amurrio se presentaba en la final con cuatro victorias y ninguna derrota y buscaba poner la guinda a su espectacular torneo. No pudo. Y es que el prometedor pelotari del Valle de Ayala fue a encajar el primer revés ayer en el peor momento. Eso sí, en su descarga hay que decir que gran parte de la responsabilidad no fue suya. Hizo todo lo que pudo. Sin embargo, durante muchos momentos estuvo vendido ante los constantes regalos de su zaguero y las pelotas muertas que dejaba Díez para que, bien Albarado o un sobrio Matute, remataran a placer.

El delantero de Zaramaga y su zaguero se mostraron muy sólidos. Seguros en lo que hacían, cometiendo el mínimo número de errores y esperando para sentenciar el tanto ante la precipitación de sus rivales, que les pusieron el triunfo en bandeja. Fue un paseo inesperado.

Más aún tras el notable arranque de partido de sus rivales, que tras comenzar por detrás (1-3), consiguieron voltear el marcador gracias a un parcial de 7-0. Ése 8-3 invitaba a pensar que Dorronsoro y Díez se iban lanzados hacia la victoria.

Sobre todo tras ver el juego desplegado hasta esos momentos. Dos tantos de saque de Dorronsoro, otros dos ganchos espectaculares del amurrioarra, una estirada en plancha para realizar una dejada sobre la chapa y otra dejada de su zaguero les permitían gozar de una renta de cinco tantos por la vía rápida. Albarado y Matute estaban sufriendo un auténtico vendaval. El torbellino parecía que les podía destrozar si no despertaban a tiempo.

Pues bien, no solo el gasteiztarra y el riojano se metieron en el partido, sino que incomprensiblemente Aitor Díez se desconectó. Apagón. El zaguero de Portugalete comenzó a no dar una a derechas. Sorpresa en el Ogueta. Y es que cuando todos esperaban que el partido lo podrían decantar los dos explosivos y agresivos delanteros bien con sus aciertos o sus errores, la clave estuvo atrás. En los guardaespaldas. El factor definitivo que decantó el duelo para los azules fue la fiabilidad de Matute y los continuos errores de Díez, que acabaron desesperando a Dorronsoro.

El propio Albarado así lo reconoció al final del partido. "Ha sido un partido raro. Muy fallón por la otra parte. Díez no ha tenido su día y nos ha dejado mucha pelota muerta para rematar. Ha sido más fácil de lo esperado y he gozado mucho, gracias a que mi zaguero ha dominado y me lo ha puesto más fácil". Resumen perfecto del de Zaramaga.

PARCIAL DE 0-12 Buena prueba de ello es lo ocurrido instantes después de que Dorronsoro con un espectacular gancho al ancho pusiera el 8-3. Díez es incapaz de devolver un saque restable de Albarado, después no llega a una pelota sin excesivas complicaciones y un nuevo fallo lleva la igualada al marcador. 8-8. Había partido. O eso parecía.

Y es que no fue así. Albarado y Matute siguieron sacando provecho de los errores de sus rivales para escaparse en el marcador. Dorronsoro, ante las imprecisiones de su compañero en la zaga, intentó hacer la guerra por su cuenta y eso le llevó a cometer alguna que otra precipitación. Más regalos. Más agujero. 8-15 en un visto y no visto, gracias a un parcial de 0-12. El partido ya estaba roto. Albarado seguía a lo suyo.

El gasteiztarra esperaba a madurar el tanto. Inteligente a más no poder. Castigaba a un flojo Díez de forma continua. Si éste no fallaba, dejaba la pelota muerta para que el vitoriano terminase la jugada a placer. Ahí se vio la clase del que el año pasado fuera campeón del provincial en individual y por parejas.

Y es que si bien Díez puso las cosas más fáciles de lo previsto, el gasteiztarra también dejó destellos de su calidad en los cuadros alegres. Dos tantos de saque y otros ocho en jugada, algunas de ellas de bella factura dejaron constancia de la proyección que tiene el joven pelotari de Zaramaga. Ganchos, dejadas, paraditas al txoko, voleas... Todo un repertorio, que les permitió llegar sin excesivos problemas hasta el cartón 22 y llevarse el Azken Urratsa. El último paso hacia la élite. Sin embargo, el gasteiztarra aún se muestra comedido. "Ya me gustaría, pero todavía lo veo difícil".

Por último, en el encuentro previo de categoría juvenil, Artola, el mejor de los cuatro en la final, y Legorreta cumplieron los pronósticos ante Guaresti y Elejalde y se impusieron por 22-15 en un disputado encuentro.