ESPAÑA Ciobanu, Begoña Fernández (3), Eli Pinedo (1), Marta Mangué (5, 3p), Beatriz Fernández, Oncina (2), Barnó (1), González, Carmen Martín (3), Nely Carla (5, 3p), Cuadrado (1), Macarena Aguilar (5) y Benzal.
NORUEGA Grimsbo, Alstad, Loke (2), Nostvold (3), Breivang (1), Johansen (1), Lunde-Borgensen (6), Frafjord (7), Larsen, Haraldsen, Riegelhuth (4, 2p), Stange (1) y Herrem (6).
Árbitros Marina y Minore (ARG).
Pabellón Partido correspondiente al tercer y cuarto puesto disputado en el Centro Olímpico de Nankín (China) ante unos 10.000 espectadores.
nankin. La selección española femenina de balonmano se quedó a las puertas del podio, tras caer ayer en el partido valedero por el tercer puesto, 26-31, ante una Noruega que se mostró muy superior y que no dio opción alguna. La superioridad física de las noruegas, tanto en altura como en fuerza, resultó fundamntal en un encuentro en el que las jugadoras españolas estuvieron faltas de esa chispa que les permitió acceder, por primera vez en un Campeonato Mundial, a la lucha por las medallas.
La fuerte defensa noruega disminuyó, casi hasta niveles mínimos, la efectividad de los lanzamientos exteriores españoles, mientras que la defensa del equipo que dirige Jorge Dueñas no se mostró tan compacta y correosa como lo había podido hacer en partidos anteriores. Anulada Begoña Fernández como pivote, todo quedó a expensas del tiro exterior y de la casta de jugadoras como Marta Mangué, muy vigilada durante todo el partido. Sin conexión con la segunda línea, el equipo español quedó cortocircuitado.
Tras el 9-15 con el que llegó al descanso, la selección española consiguió un parcial de 2-0, 11-15, que hizo que se avivaran ligeramente las ascuas de una posible victoria, pero fue apenas un brillo, un resplandor, un leve reflejo, porque las jugadoras noruegas siguieron con su gran efectividad en el tiro.
España, al menos, se liberó de las ataduras de la presión en el segundo tiempo e intentó tutear a la campeona olímpica y europea. España se quedó con la miel en los labios de la medalla de bronce, pero el cuarto puesto conseguido, que se valorará en unos días en su justa medida, es toda una hazaña. Así lo valoró el propio Jorge Dueñas, satisfecho con el rendimiento del equipo: "Es un orgullo lo que hecho el equipo. Se ha escapado una oportunidad de oro para poder haber repetido estar en el podio, pero ahora hay que mirar hacia delante", dijo.