En la penumbra, en la orilla de las luces de neón que alumbran el Masters BBK, el mano a mano de diciembre que reparte 30.000 euros en premios y que gobiernan los delanteros con solvencia, descienden ajenos a semejantes destellos, las lentejuelas del lujo, por el ascensor del hollín los zagueros a la mina, al tajo, para adquirir la temperatura competitiva necesaria para asomarse a su gran reto: el Parejas. "Los zagueros tienen que llegar con los deberes hechos desde el comienzo porque desde que cambió el formato del campeonato ya no tienen el tiempo de rodaje y de adaptación al torneo que tenían antes", analiza Jokin Etxaniz, director técnico de Aspe. "Los zagueros ya están cogiendo el punto porque en un campeonato de esta clase si te descuidas te quedas fuera. Los resultados cuentan desde el principio y no te puedes reservar pensando en la fase decisiva porque ésta empieza en cuanto arranca el torneo", explica Roberto García Ariño, técnico de Asegarce, que define el torneo de Parejas "como largo y duro, sobre todo para los zagueros, porque obliga al menos a estar más de dos meses a buen nivel, trabajando mucho". Todo un master.

La naturaleza del campeonato, su espinazo y engranaje, obliga a las empresas a una selección que enfatiza la regularidad, la experiencia y el poso sobre otros aspectos, tal vez más vistosos a ojos de los pelotazales, hastiados por la repetición de combinaciones, pero de menor recorrido para las promotoras, que valoran enormemente el torneo porque se trata de "un trabajo en equipo", indica Jokin Etxaniz y por el peso específico de los campeonatos, cuya capacidad tractora resulta indiscutible. "Hacer experimentos en el Parejas es muy arriesgado. Los experimentos se hacen con gaseosa y no con champagne", argumenta el técnico vizcaino, proclive a probar a manistas en progresión "en estelares sueltos", convencido de que se trata "de equilibrar las parejas y que ante todo sumen juego", porque en esta competición "no siempre uno y uno suman dos" coinciden ambos técnicos. "En ocasiones puedes poner juntos a pelotaris con mucho nombre, pero no suman, y sin embargo, hay pelotaris que con menos nombre suman más juego y hacen mejor pareja porque los dos mejoran jugando juntos", destaca García Ariño.

Compensadas Además de la ganancia común, del botín compartido, otro aspecto insobornable para gestar las alineaciones parte "de equilibrar al máximo las parejas", una regla no escrita pero que se cumple irremediablemente para preservar la esencia del torneo, que parte de la búsqueda de la mayor igualdad posible en su desarrollo y resolución. "Tratamos de no hacer parejas exageradamente fuertes. Lo que se busca es de hacer combinaciones compensadas pero competitivas", desgrana Jokin Etxaniz. "Es que si haces una pareja demasiado fuerte, posiblemente dejes a alguna bastante más debilitada y no se trata de eso", expone García Ariño. Tal vez por eso es "tan complicado realizar apuestas arriesgadas en el parejas", apunta el técnico de Axpe-Marzana. "Hay que pensar que las parejas estén compensadas y si por ejemplo metes a un delantero nuevo que lo está haciendo bien debes arroparle con un gran zaguero. Eso supone que debes reordenar nuevamente todo las combinaciones y tal vez ocurra que por querer introducir la novedad descompenses al resto. La tendencia es ir a lo seguro y meter en el campeonato a los que sabes que te pueden ofrecer cierto rendimiento", calcula Roberto García Ariño. "Hay que pensar muy bien a quién puedes meter porque en una competición tan larga la experiencia y estar curtido es algo muy importante. Son partidos muy duros, muy exigentes. Los jóvenes te dan ciertas cosas pero los veteranos aportan otras y más o menos eres consciente del nivel que pueden dar. En ese aspecto, el veterano es una garantía. Se trata de comparar y acertar".

En la promotora eibarresa deberán decidir entre seis zagueros: Goñi III, Pascual, Laskurain, Zubieta, Eulate y Beroiz -"porque Barriola no llegará a tiempo, al menos al inicio", señala el preparador de Bergara- para cuatro plazas, toda vez que el debate de los delanteros parece zanjado con Martínez de Irujo, Gonzalez, Xala y Titín III. "Al final suele decidir el estado de forma por el que atraviesa el pelotari en ese momento", confiesa Jokin Etxaniz. En Asegarce el metro patrón lo fija la "regularidad durante el año, aunque evidentemente no puedes poner a alguien que esté mal en un torneo tan duro", sugiere Roberto García Ariño, que enfatiza la necesidad de "pensar bien que pelotaris estarán en el Parejas".

Lo más plausible es que en Asegarce repitan Aimar, Berasaluze VIII, Oinatz y Asier Olaizola en la delantera, aunque Saralegi lo está haciendo muy bien, y que en la zaga formen Begino, Beloki, Mendizabal II y Patxi Ruiz, ya recuperado de su mal de manos.