Un club bajo techo en un festival al aire libre para acoger las propuestas más salvajes, particulares y extrañas. En pocas palabras, con ese espíritu nació el Trashville en el Azkena Rock Festival, dos carpas que desde la primera vez que aparecieron en Mendizabala se han convertido en el lugar favorito de no pocos espectadores. De hecho, es aquí también donde los que estiran cada jornada al máximo a golpe de Dj también disfrutan de lo lindo.
Aunque son de las novedades más recientes del certamen, ambos escenarios no podían faltar en esta edición del reencuentro, en este vigésimo aniversario del evento. Ni mucho menos. De hecho, aunque en principio estaba previsto que solo se abriesen viernes y sábado, ya desde el jueves estuvieron dando guerra dado el alto número de espectadores presentes en el recinto. Eso sí, este año el fuerte calor exterior está siendo todavía más presente en un espacio donde sudar es normal general, incluso aunque fuera haga frío y caigan chuzos de punta.
Por ejemplo, los gasteiztarras Negra Cucaracha Terrofolk nacieron en una conversación mantenida durante un concierto en una de las carpas. Ellos lo vieron claro. Tenían que formar un grupo para tocar allí. Y así lo han conseguido este año, incluso a pesar de la pandemia. Los sueños, incluso en el rock, a veces se cumplen, aunque alguno piense que tal vez no es muy buena idea dar un bolo a cientos de grados con máscaras de gas.
En el Trashville ha habido veces en las que se ha prendido fuego a los instrumentos. O ha habido lucha mexicana. O se han proyectado documentales. Pero sobre todo, siempre hay mucha música y muy buen ambiente. Es el sitio donde todo puede pasar, desde que aparezca Micky Carreño Schmelter –como ha pasado este año– hasta que el Viejo Zorro –tras cuyo nombre hay una persona muy conocida del Azkena Rock Festival– se ponga a los mandos en una de las sesiones de Dj.
Es seguro que estas dos carpas tendrán larga vida dentro del futuro del certamen. En su pasado más reciente tienen ya su sello marcado. Este sábado sigue el cartel abierto. Serán Tiburona las que abran fuego. A partir de ahí, no habrá descanso.