Es una de las grandes obras maestras de Calderón de la Barca. Una obra que llevó a Goethe a decir que si toda la poesía del mundo desapareciera, sería posible reconstruirla sobre la base de El príncipe constante. La libertad de cada persona, defendida hasta sus últimas consecuencias, llevará a Calderón a visitar zonas del comportamiento humano no visibles, conjugando esa defensa con una fascinante exaltación de infinitos aspectos del amor humano. Hoy domingo 6 de junio, a las 19.00 horas. En el Teatro Principal (San Prudencio, 29).