Con la intención de reconducir la polémica que se ha suscitado estos últimos días en torno a los usos culturales de los templos pertenecientes a la Diócesis de Vitoria, entre este martes y este miércoles se están sucediendo dos citas importantes. En primer lugar, la reunión mantenida ya por la alcaldesa de la capital alavesa, Maider Etxebarria, y el obispo Juan Carlos Elizalde. En segundo, el encuentro que los responsables de la iglesia católica van a mantener con los productores de la película Sacamantecas, dirigida por David Pérez Sañudo.

De esta forma, se está intentando buscar una solución no ya para el momento concreto que se está viviendo en los últimos días en torno al rodaje del mencionado filme, sino para el futuro a medio y largo plazo. En este sentido, en el encuentro oficial mantenido este martes por Etxebarria y Elizalde –una cita que ambas partes han calificado de cordial–, la alcaldesa ha trasladado al obispo la preocupación municipal por la situación generada y la petición a la iglesia de que, siempre respetando la agenda propia de los templos, facilite sus usos culturales, sobre todo en el campo de los rodajes audiovisuales que se están produciendo en el territorio.

El Casco Viejo de Gasteiz acoge el rodaje de 'Sacamantecas' Alex Larretxi

Elizalde, por su parte, ha trasladado a la alcaldesa el interés de la iglesia en que el patrimonio religioso siga siendo reclamo cultural y turístico. Además, le ha comentado que desde el Obispado se quiere remar en ese sentido con el resto de instituciones alavesas. 

Ambas partes han coincidido en la importancia de la escucha y han reiterado argumentos ya explicados estos días en torno a una situación que, es de esperar, no influya en la llegada de más grabaciones al territorio alavés. 

Una cita clave

Con todo, el punto más importante de todo este polémico camino recorrido en estas dos últimas semanas se va a vivir este miércoles. La Diócesis de Vitoria y los productores de Sacamantecas van a tener una reunión en la que se quiere encontrar una solución al actual momento.

Cabe recordar que los responsables del filme pidieron rodar algunas escenas en la Catedral Santa María, algo que no fue posible, según el Obispado, por la coincidencia con actos litúrgicos y por considerar que el tono igual no era adecuado con los valores defendidos por la iglesia católica. Los productores, por su parte, han explicado a los medios de comunicación que lo que se quiere rodar es una reunión vecinal sin mayores implicaciones y que quieren explicar al Obispado hasta el último detalle de su trabajo para que no haya ningún tipo de temor. A lo largo del día es de esperar que se sepa cómo termina esta historia.