Todo es habitual, transcurre con normalidad, dentro de una rutina que da la sensación que es inalterable. Pero, a veces, en el mar de la tranquilidad, las fuertes corrientes son la norma... aunque no se perciban. “Tengo un problema con este libro, que no puedo contar mucho”, dice con una sonrisa Kepa Murua. No es un decir. “El gran juego es que aparentemente no pasa nada”. O sí. Pero eso es algo que a partir de ahora queda en manos de quienes se asomen a Señor Baxter, unas líneas (Editorial Verbum), que el próximo día 28 se presentará en la capital alavesa.

En concreto, este primer encuentro con el público se producirá en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa a partir de las 19.00 horas, donde el autor estará acompañado por el también escritor Francisco Taboada. Puede que en ese momento haya unas cuantas preguntas sobre la relación entre los personajes de Osorio y el señor Baxter que se queden sin respuestas. Esas están entre las páginas que cuentan su historia. O no.

Él y él

Es Osorio “un personaje aparentemente gris”, sin amigos, que encuentra un trabajo que, en teoría, no le lleva mucho, aunque está bien pagado. “Eso le permite tener tiempo y reflexionar sobre su vida”. Además, ahora es cuando puede permitirse hacer esa novela que siempre ha querido. “Es un escritor frustrado”, más allá de que sea su voz la que va conduciendo a los lectores

En la casa de cultura, el autor contará con la presencia del también escritor Francisco Taboada para dialogar sobre el libro

Es el señor Baxter alguien elegante, que cuida los detalles y las formas. Él sí tiene amigos. Unos cuantos. Y le visitan. “Es como el ejemplo a seguir de Osorio, como esa figura paterna que le faltaba”. Entre él y él, en realidad, se relata “una novela en la que aparentemente no pasa nada, pero todo lo que está sucediendo está ahí”.

“La gran confrontación de este libro es la ingenuidad de un tipo que no ve nada, que es una metáfora de la sociedad actual”

En el origen de este proyecto, “buscaba que al principio el lector no se diese cuenta de que están pasando muchas cosas aunque no lo parezca. Eso implicaba cuidar mucho el lenguaje y a los personajes. De hecho, ellos, en un primer momento, te pueden parecer planos”. Al fin y al cabo, “la gran confrontación de este libro es la ingenuidad de un tipo que no ve nada, que es una metáfora de la sociedad actual”, según el autor

Portada del libro Cedida

Crítica a la novela policiaca

Sobre la premisa de que “el entretenimiento no está reñido con la buena literatura”, en el libro “quizá haya una especie de crítica a la novela policiaca, que, generalizando, siempre está con los estereotipos y con un tipo de lenguaje que a mí como lector no me satisface tanto”. 

Además, aquí no es una cuestión de construir una historia en base a la tradicional confrontación entre el bueno y el malo. Al contrario. La relación que se establece entre los dos personajes es, cuando menos, peculiar. Así lo explica, el autor –que vuelve a la novela tras la publicación de Lavas Remi–, al tiempo que descubre, sin poder contar demasiado, que algunos gestos y comportamientos de alguno de sus dos protagonistas tienen referencias reales y, además, conocidas. “Es que ya digo que no puedo contar mucho”. Toca descubrir leyendo.