Un “libro de aventuras” con no pocos viajes entre sus páginas con el que el público “va a sonreír”. Dicho así, pudiera parecer que esta obra trata de cualquier otro tema. Pero no. Habla de la muerte, del suicidio, de la salud mental, de... Así se presenta El álbum de los muertos (Nimbo Ediciones), el tercer título del camino literario de Victoria Gastón Prada, aunque con él la escritora alavesa deja a un lado el relato para adentrarse en la novela.

“Ahora tenemos muchas fotos de vida. Muchísimas. Demasiadas”. Sin embargo, las imágenes de las personas fallecidas, de familiares y antepasados, esas instantáneas tan habituales no hace tanto, hoy no tienen cabida. Es más, en estos tiempos “parece que nadie puede morirse en casa, que hay que morir en un hospital para llevar al fallecido a un tanatorio, donde alguien, sin conocerlo, le viste y le maquilla; y ya allí, miramos al muerto a través de un cristal, metido en una pecera, antes de quemarle”. Da la impresión de que la muerte “puede herir nuestra sensibilidad”.

“Sin hacer un drama”, Gastón Prada busca abordar cuestiones que son cotidianas y reales, pero que se intentan obviar o silenciar

Ante eso, la autora de Agurain propone al público “una novela distinta en la medida de que es un tanto gamberra. Tiene esa mezcla de divertimento y de tratar temas que nos hacen pensar”, un libro para leer, sonríe la escritora, con una gata ronroneando a lo lejos. Todo ello protagonizado por una mujer de mediana edad que “no es una heroína típica”, una abogada que está divorciada y que le sirve a Gastón Prada para hablar de la muerte “sin acritud y con naturalidad”.

De París a Vitoria

Ella tiene un álbum de los muertos y una misión encomendada en torno a él. En lo que se refiere a la trama, no se pueden dar muchos más detalles al respecto. Bueno, sí se puede decir que esta novela es “un perfecto libro de viajes”, que lleva al público desde “las estaciones fantasma de Barcelona y Madrid”, pasando por las catacumbas de París y el Castillo de Cardona, para acudir también a Vitoria. A partir de ahí, cada lector y lectora tendrá que decidir si la protagonista “está como las maracas de Machín o si realmente tiene poderes sobrenaturales y es capaz de comunicarse con los espíritus”.

“Sigo siendo muy anárquica escribiendo. Empiezo planificando algo pero nunca sé cómo va a terminar la película”

Se trata de una mujer “con una vida complicada a sus espaldas”, una persona que, de alguna manera, “se va rehaciendo a sí misma y va saliendo de todos los embrollos en los que se va metiendo. Se entremezclan historias del despacho de abogados con las historias de ese otro mundo, de esos mundos en los que ella se mete, a veces sin saber dónde está”, explica la escritora, quien apunta que quería tener una protagonista femenina con este perfil determinado.

Victoria Gastón Prada con un ejemplar de su nuevo libro Pilar Barco

Junto a ella, este libro habla, por supuesto, de la muerte. “Ahora estamos en un momento de lejanía de los muertos, de no querer saber qué es lo que ocurre”, a pesar de ser algo inevitable para cualquiera. “Sin hacer un drama”, Gastón Prada busca abordar cuestiones que son cotidianas y reales, pero que se intentan obviar o silenciar. Lo hace contando también con otros actores esenciales en estas páginas, los muertos. “Hay algunos que todavía no se han dado cuenta de que lo están; y los hay que con malos fantasmas”.

Un nuevo formato

Con este título, la escritora se adentra en las sendas de la novela. “Soy muy impaciente; hago relatos porque necesito empezar y termina rápido”, sonríe. Pero en esta ocasión decidió cambiar el paso porque “me pareció que el personaje principal me daba juego para más cosas”, describe la creadora de, por ejemplo, un El ladrón de veletas que va camino de su tercera edición.

Asumiendo que “las dos fórmulas son complejas”, Gastón Prada señala diferencias entre ambos formatos, más allá de que no descarte el uso de ninguno de cara a futuro. Eso sí, parece que lo próximo volverá a ser una novela. “Me he sentido cómoda haciendo este libro”, más allá de que “sigo siendo muy anárquica escribiendo. Empiezo planificando algo pero nunca sé cómo va a terminar la película”. El final de El álbum de los muertos, eso sí, ya está escrito y esperando al público.