En estos momentos, tras 31 años de camino, unas cien personas conforman la Sociedad Fotográfica Alavesa (SFA). “La gente tiene la impresión de que para formar parte tienes que ser profesional y llevar muchos años trabajando, pero no”, apunta Ana García Hermoso. Ella, desde hace poco tiempo, es la nueva coordinadora de la asociación, tomando así el relevo a la fotógrafa y gestora cultural Rocío López, que durante los últimos siete años se ha encargado de llevar las riendas de esta referencial entidad del territorio.
Desde su sede en el Seminario, la agrupación sigue trabajando a día de hoy en desarrollar su finalidad principal, que pasa por la divulgación y el aprendizaje de la fotografía. No es una cuestión baladí en una época en la que la imagen lo domina todo. Eso sí, la formación en torno al lenguaje que implica es casi nula. “En las escuelas no hay ningún tipo de educación visual. Es una de las grandes demandas que hay que realizar”, apunta García. “Ahí podríamos trabajar desde la Sociedad e intentar que las instituciones sean más conscientes de la importancia de la educación visual. Cada día tenemos un bombardeo constante de imágenes y deberíamos enseñar en este sentido”.
“Una vez que has pasado por la Sociedad Fotográfica Alavesa, tu vida, a nivel fotográfico, cambia totalmente”
Formar, pero también reflexionar. Esto segundo también es complicado. “Todos deberíamos pensar más sobre la fotografía y la imagen hoy en día, pero es que vamos a todo correr”. El más claro ejemplo para López de esa falta de tiempo para hacer análisis más sosegados está en la aparición de la Inteligencia Artificial. “Hemos pasado de una imagen realizada con una cámara de placas a otra tomada con un dispositivo móvil y ya estamos hablando de otra generada con una aplicación de IA; y en todo ese camino, nunca nos da tiempo a debatir de un paso a otro. Simplemente lo hemos dado por hecho. No quiero decir ni que esté bien ni que esté mal una cosa o la otra, sino que no hay un análisis que sería necesario”.
Ambas hablan con sus móviles cerca, teléfonos que, por supuesto, pueden tomar fotográficas. “Está muy bien poder tener imágenes instantáneas y rápidamente hechas por cualquier persona. Hoy en día nos comunicamos todos con la imagen. Pero el lenguaje fotográfico es otra cosa. Contar, transformar y comunicar cosas no es una fotografía de móvil, aunque pueda serlo. De todas formas, yo ya no le doy más importancia a una herramienta ante otra”, sostiene la nueva coordinadora.
Un proyecto necesario
Es indudable que la imagen es un eje fundamental del momento actual. Y es ahí, en ese campo, en el que la SFA realiza su quehacer constante. “Tanto a Ana como a mí nos ha pasado que una vez que has pasado por aquí, tu vida, a nivel fotográfico, cambia totalmente. Estás con gente de tu gremio, te metes en actividades que de otra forma no conocerías, aprendes un montón y te animas. Aunque no es su objetivo, es como una escuela de formación. Hay un aprendizaje en cierta manera gratuito que te hace crecer muchísimo como artista”, describe López.
Por ello ambas subrayan la necesidad de un proyecto como este tres decenios después de su puesta en marcha. “Es importante que en la SFA esté la fotografía profesional, pero sin perder de vista que la fotografía tiene muchas ramas: desde el amateur que disfruta al profesional que trabaja, todas las personas son necesarias”. En ese sentido, según García, la entidad “es hoy una herramienta muy potente”.
“En las escuelas no hay ningún tipo de educación visual. Es una de las grandes demandas que hay que realizar”
Como sostiene López, además, hay que tener en cuenta el trabajo hacia el exterior con toda la ciudadanía alavesa. Cabe recordar que la agrupación se sustenta con el aporte de socios y socias, pero también con la obteniendo de subvenciones públicas. “Eso supone que las actividades que se hacen de cara al público puedan ser gratuitas. Habrá personas que no podrán afrontar una cuota o pagar por un determinado taller, pero si pueden acudir a la cantidad importante de propuestas gratuitas que se llevan a cabo. La fotografía debe tener cabida en todas partes y debe ser para todo el mundo”. Un ejemplo de ello es la biblioteca fotográfica de la SFA, la más importante de Álava y que está disponible para cualquier persona. “Tenemos joyas increíbles. Además, está entrando mucho material nuevo de un tiempo a esta parte”.
El cambio
Así lo describe Rocío López, que después de siete años como coordinadora de la asociación ha decido marcharse. “Quiero seguir mi camino como profesional y como artista”, aunque va a seguir siendo parte de la SFA, “aportando y ayudando en lo que se pueda”. De este tiempo dedicada a la entidad “me llevo un aprendizaje increíble. He trabajado con tantísima gente y en tantísimos proyectos diferentes que he aprendido a desarrollarme como fotógrafa, gestora cultural, persona, administrativa… Me ha aportado muchísimo esta experiencia”.
Otro de los aprendizajes que señala es “el peso que está tomando la fusión, el no quedarte solo en la fotografía”, el abrirse a otras disciplinas y lenguajes, sean artísticos o no. Es una idea que su sucesora también valora. Lo hace mientras sigue aterrizando en un puesto desde el que le gustaría aportar el acercamiento de la fotografía a otros sectores. “Puede ser una herramienta para muchos proyectos sociales, educativos... Me parece interesante seguir profundizando en eso”.
García está dando, de todas formas, los primeros pasos en su nuevo cargo. “Está siendo todo muy rápido. Mucho ritmo, muchas cosas y mucho aprendizaje”. Recuerda que “sabía que acceder al puesto iba a suponer mucho trabajo. Como fotógrafa también es un salto al mundo de la gestión, a aprender otro tipo de trabajos dentro del sector. Me ilusiona bastante eso”.
Con todo, ha encontrado en López una compañera con la que contar para asentarse como coordinadora de la SFA. “Llamo a Rocío bastante a menudo”, sonríe. “Ella atesora mucha experiencia en un trabajo que no se ve, que no se sabe lo que conlleva, pero que es importante y necesario. Es una labor no muy visible que, sin embargo, exige de mucho esfuerzo y empeño”.