Tras los conciertos de la cuadragésimo séptima edición del Festival de Jazz de Gasteiz y de la gira estival de la Joven Orquesta de Euskal Herria, la música sigue dominando el escenario del Principal. De hecho, este viernes abre sus puertas a Paula Mattheus, que se va a encontrar con el público de la capital alavesa a partir de las 20.30 horas, quedando todavía entradas disponibles.
Plena época de festivales al aire libre, con usted en no pocos carteles, pero para su presentación en Vitoria, llega a un teatro.
–Cualquier sitio es bueno (risas). A mí tocar en teatros es algo que me encanta. Además, es la primera vez allí, así que me siento muy feliz.
Hay que iniciar una carrera en la música en plena pandemia...
–Pero en mi caso no me molestó tanto, por así decirlo. Me explico. Yo acababa de terminar la carrera y me puse a estudiar un master de industria musical. Realmente, me quería dedicar a la música más por la parte de composición que de interpretación. Empecé a publicar mis primeras canciones y llegó la pandemia. No pude trabajar en nada dentro de la industria musical porque no existía, así que eso, realmente, me ayudó a centrarme más en mi parte artística, interpretativa. Sola, sin apoyo detrás, empecé a crecer en las redes sociales hasta que me contactaron de mi agencia, RLM, y con ellos empecé a trabajar de una manera más profesional. Sin la pandemia de por medio, no sé hasta qué punto me hubiera dedicado a esa parte artística.
¿Y cómo se siente ahora como intérprete?
–Me encanta, me gusta muchísimo, pero yo disfruto mucho más el proceso de creación que la parte que supone estar de cara al público.
La importancia de componer
¿Pero componiendo se tiene a la gente en la cabeza, o una escribe para sí misma?
–Sinceramente, antes creo que me costaba menos escribir para mí. Lo hacía de manera personal. Creo que era hasta terapéutico. Cuanto más crezco y más llego a la gente, más tengo en cuenta los mensajes que doy. Siento cierto nivel de responsabilidad.
Igual una no se da cuenta de eso hasta que llega un concierto y alguien le dice algo, o hasta que le llega un mensaje a través de las redes sociales.
–Es que he llegado al punto de encontrarte con alguien que te dice: Paula, que escuché tu canción La hipoteca y me divorcié (risas). Es evidente que tú no has hecho que nadie se divorcie o deje su trabajo, pero sí que quizás pones un pensamiento en la cabeza de alguien sin querer. En ese sentido, sigo intentando ser fiel a las cosas que quiero contar, pero, de vez en cuando, te planteas que tienes cierta responsabilidad con la gente que te escucha.
¿Es complicado pasar de la habitación de casa en la que compone a un escenario ante cientos o miles de personas?
–Para mí, esa última parte ha sido un tanto complicada. De hecho, yo tengo un poco de ansiedad social. Ha sido un ejercicio grande para mí asumir que un viernes o un sábado estoy, como dices, ante cientos o miles de personas, mientras que llega el domingo y estoy de nuevo sola en mi casa. El choque es realmente gigante. La sensaciones de soledad que te queda después de los conciertos son hasta abrumadoras. No es algo lógico.
Presente y futuro
En su carrera han pasado muchas cosas en muy poco tiempo, en realidad. ¿Qué es lo mejor que está sacando de esta experiencia?
–Empecé realmente a girar a finales de 2021 y en estos tres años y pico lo que me ha quedado claro es que me quiero dedicar a la música. Mi mayor éxito en la vida va a ser dedicarme a la música todo el tiempo que pueda, de una manera o de otra. Lo mejor que me ha dado esto es la gente que he conocido por el camino. Eso, sin ningún tipo de duda. La música es un lugar en el que todos somos iguales, sin importar de dónde vienes, quién eres... Nos une el amor por la música. Después de estos años de trabajo, sé que no todo va a ser fácil, sé que subiré y bajaré,y sé que hay que tomarlo todo con mucha calma y disfrutar de cada cosa que haces.
Luego estamos los medios que hablamos de joven promersa, cantautora pop... ¿Cómo se define Paula Mattheus?
–No me gusta definirme como cantautora porque creo que en este país el concepto de cantautor está muy mal interpretado. Se asocia de manera directa a la canción protesta, al cantautor triste... Siento que soy compositora, autora. También le doy mucha importancia a la parte musical y por eso me rodeo de gente muy buena. Me considero una autora en España pero con referencias más inglesas, más rock, indie, folk.
¿En el futuro, qué le tiene que dar la música? Le pregunto por la situación ideal.
–Mis próximos pasos y lo que quiero que ocurra pasa por dedicarme a la música en cualquiera de sus formas. Dentro de poco iré a México y con eso la idea es dar más pasos al otro lado del Altántico. Los siguientes pasos son seguir creciendo en España, empezar a sembrar en Latinoamérica. Quizás, dentro de 10 o 15 años, no lo sé, me pueda dedicar a componer y, además, tocar solo cuando me dé la gana.