Aunque a la cuadragésimo séptima edición del Festival de Jazz de Gasteiz todavía le queda por vivir su última jornada del domingo, esta tarde de sábado se ha despedido de su segunda sede de referencia, el Principal. Lo ha hecho, además, sin tener fecha de regreso puesto que la reforma del teatro va a obligar al certamen a buscar una nueva ubicación durante las próximas ediciones, dependiendo de cómo se vayan cumpliendo los plazos. Esa despedida ha venido marcada por la presencia sobre las tablas vitorianas de un descalzo Baptiste Trotignon.
Tiempo habrá de hablar sobre si el certamen opta por el Europa o por el Jesús Guridi como espacio sustituto. Lo que sí es cierto es que el pianista ha puesto los últimos sonidos, presentando el proyecto que en 2023 convirtió en el disco Brexit Music. En esta propuesta, el creador francés quiso hacer una revisión, a su modo y manera, de temas de la escena británica, acercándose a grupos como The Beatles, Queen, The Police y Radiohead, entre otros.
Un juego
La pretensión del artista con este trabajo no fue hacer versiones de esta o aquella canción, sino jugar, desde los parámetros del jazz, con temas que, por unas razones u otras, tenía en mente. Es lo que ha desgranado en un Principal en el que más de uno ha intentado adivinar las melodías ya conocidas que han servido como base para esa idea de Trotignon.
Ha habido quien se ha sorprendido con alguna de estas interpretaciones, quien ha entrado de manera fácil y directa al juego, y quien ha reivindicado los originales frente a este acercamiento personal y propio del pianista. Lo que ha quedado claro es que en la música no hay fronteras.
Con todo, ha llegado el momento de poner el broche. El concierto ha acabado y el público –menos numeroso viernes y sábado que el resto de días, cuando la dinámica de otros años suele ser diferente– ha ido saliendo del teatro, de un Principal al que le va a costar un tiempo volver a encontrarse con el Festival de Jazz.