Larga y estrecha es la relación que Iñaki Arakistain tiene con la capital alavesa, donde siempre ha dejado actuaciones para recordar. “Tengo muchísimas ganas de volver” y de reencontrarse con el público. Así va a suceder este sábado en el Jazza Parkean que se vivirá en el parque del Prado, ese aperitivo musical que el Festival de Jazz de Gasteiz ofrece al aire libre antes de arrancar con su programa oficial desde el lunes. Dentro del amplio abanico de artistas invitados a la cita a lo largo de todo el día, Arakistain –que hace dos años editó su último disco como líder, The Sun Shines Again– tiene previsto actuar en torno a las tres de la tarde.

¿Qué es lo que se va a encontrar el público en su vuelta a Gasteiz, sobre todo teniendo en cuenta la presencia del joven pianista José Luis Kaele? 

–Fundamentalmente, se va a encontrar muy buena música, una fusión de estilos. José Luis es un talento extraordinario. Tiene 23 años pero una madurez increíble tocando. Es un músico que tiene oído absoluto. No ha tenido profesores de piano. Su cerebro ha sido su profesor de piano. Se mueve muy bien en el jazz, en el jazz funk, en el flamenco jazz... Estarán con nosotros Cristina Morales a la percusión, César Díaz al bajo y Diego Martín a la batería.

Se escucharán piezas de su último disco o... 

–Sí, sí, habrá composiciones mías. Pero también habrá temas de José Luis. A fin de cuentas, este es un proyecto de liderazgo compartido.

Es imposible hacer una lista de toda la gente con la que Arakistain ha llegado a tocar o colaborar. ¿De cada uno se aprende o el sello propio siempre tiene que prevalecer? 

–Siempre coges pedacitos de cada experiencia y de cada persona con la que tocas. De todo el mundo aprendes, también cuando tocas otros géneros como es mi caso cuando he colaborado con gente muy conocida, por ejemplo, del pop. Todo son vivencias y enriquece. Iñaki Arakistain, musical y también personalmente, es la suma de todas esas vivencias culturales.

Usted, además, es de esos músicos a los que nunca se le ha caído los anillos por tocar con quien sea. En Vitoria se han vivido jam session con usted en las que todas las puertas estaban abiertas.

–Yo estoy completamente abierto a la música, a sus estilos y a quien toca. Me interesa todo. Además, viviendo aquí en Madrid he pasado épocas de tocar con gente de lo más diverso, desde hacer latin jazz con músicos cubanos a... Bueno, es que he tenido diferentes etapas y experiencias a lo largo de mi vida. 

Arakistain, el compositor

Una cosa es el intérprete y otra el compositor. ¿Cómo es Iñaki Arakistain en este último campo? 

–No me inspira algo en concreto. Voy haciendo música y cuando creo que ya está, la escucho y es entonces cuando me sugiere algo y le pongo título. Me pasa en el último disco con temas como Miami 2009, que al escuchar la música me llevó a un determinado recuerdo. De todas formas, hay épocas en las que uno está más creativo componiendo. Ahora, por ejemplo, me cuesta más, pero hace 15 años, cuando hice mi disco Plan B, estaba como mucho más motivado y activo. No sé, ahora igual es que son consecuencias de la edad (risas).

"Siempre coges pedacitos de cada experiencia y de cada persona con la que tocas. De todo el mundo aprendes, también cuando tocas otros géneros"

‘The Sun Shines Again’ se publica en 2022 con composiciones realizadas, en varios casos, en la pandemia, una época dura para cualquiera, también para quien se dedica a las artes en vivo como usted. 

–Fue una etapa bastante dura. A mí se me cayeron muchísimas actuaciones. Tenías la incertidumbre de cuándo se acabaría, pero también el temor de saber cómo te podía afectar si te contagiabas. Yo lo he pasado dos veces y no ha sido para tanto (risas). Pero yo que soy muy aprensivo, imagina cómo estaba todo el rato. Lo que hice fue encerrarme en casa y componer. Sí que hay algún tema que está tocado por el tema de la pandemia, pero bueno, no todo el disco. 

Iñaki Arakistain www.jmartinestudio.com

Futuras generaciones

A lo largo de su trayectoria han pasado muchas cosas, también con cambios en el mundo de la música. Por ejemplo, a usted en Vitoria se le ha visto tocar mucho de noche y madrugada, aunque ahora viene para tocar a primera hora de la tarde. De hecho, en general, cada vez hay menos sesiones de jazz nocturnas. 

–Sí, ha cambiado. Yo también, porque he ido cumpliendo años y soy el primero que ya no sale tanto aquí en Madrid para ir a jam sessions de noche. Es verdad que ha bajado mucho en general. También han cerrado muchos clubs. En algunos aspectos, la situación ha empeorado. Pero también es verdad que cada vez hay más músicos. Siendo realistas, no es la mejor época para ser músico de jazz y, sin embargo, cada vez hay más. Cada vez hay más escuelas y conservatorios, y más gente formándose y practicando. Así que, parece, que el jazz tiene futuro. Veremos por dónde van las cosas. Supongo que todo es muy cíclico y que, en cualquier momento, las cosas cambiarán para mejor.

¿Qué le aconsejaría a esa persona joven que está pensando ahora en que la música sea su profesión? 

–La gente joven ya es bastante lista, ya se da cuenta de que esto está cada vez más complicado. Hay que prepararse muy bien, practicar muchísimo. Y ser competitivo, pero en el buen sentido. También, en la medida que cada uno pueda, yo le aconsejaría que se cubriese las espaldas. Esta es una profesión realmente muy ingrata e insegura en muchos aspectos. No es fácil buscarte la vida con esto. Tienes que estar siempre peleando y dando por hecho que hay épocas muy buenas y buenas, pero también no tanto. Luchando y peleando se puede vivir de esto y tirar adelante, eso sí.