Es febrero un mes “corto y raro”, dice con una sonrisa Roberto Pérez de Arenaza Alaña. “Es el final del invierno pero no llega la primavera”. Para el escritor gasteiztarra, eso sí, el de 2024 ha sido, como mínimo, diferente. “Pensé que era el momento adecuado para escucharme y escuchar a lo que me rodeaba”. Hoy, el resultado palpable de esa idea tiene forma de poemario y se titula Naftaleno.

De hecho, el libro se presenta de manera oficial este viernes a las 19.00 horas. El acto, de acceso gratuito hasta completar el aforo, se producirá en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa. Allí estará el autor, además de las personas que, junto a él, conforman el grupo de escritura La Tribu

El poemario fue escrito en marzo tomando como referencia las vivencias cotidianas acontecidas el mes anterior en el barrio

De su mano, quienes acudan podrán asomarse de primera mano a una obra compuesta por 75 poemas que tienen su principio en lo visto, sentido y compartido durante este febrero en el barrio del escritor, Aranbizkarra. Una conversación con el panadero, una persona que pide a las puertas de un supermercado, alguien que pasea de noche al perro... “Ves y piensas cosas”.

“Robar instantes“

Eso sí, si febrero fue el mes de observar, el de escribir fue marzo. “Primero fue robar instantes, momentos, frases” para luego asomarse al papel. “Cuando empiezas a escribir algo es como comer cerezas, que tiras de una gorda y brillante y te van saliendo otras enganchadas”.

“Espero que quienes lo lean descubran el humor en lo cotidiano. Las cosas buenas y malas siempre pueden tener una vuelta”

Por eso, entre la poesía de lo cotidiano también hay referencias a la juventud, a los recuerdos de familia, a... Todo ello se estructura en cuatro partes que hablan, por ejemplo, de los “otros amores” o de cuestiones sociales

“Espero que quienes lo lean descubran el humor en lo cotidiano. Las cosas buenas y malas siempre tienen una vuelta un poco irónica”, apunta el creador. “Muchas veces estamos muy negativos en todo y cuando vienen las cosas buenas, nos sentimos como traidores, como si no mereciéramos lo bueno. Aquí hay también un ánimo de mejorar, de ver las cosas con esperanza, de participar y de no ser traidores a la felicidad de los demás y a la de uno mismo”, aún asumiendo que “para aprender hace falta a veces pasar por cosas que no nos gustan”.

Roberto Pérez de Arenaza Alaña con un ejemplar de su libro Alex Larretxi

Sin parar

Naftaleno llega ahora a su encuentro con el público tras la publicación el pasado noviembre de Intrafecto. “Podríamos decir que este curso he escrito más que Pérez-Reverte”, ríe el autor para ejemplificar ese humor presente en su nueva obra.

De todas formas, hay dos nuevos proyectos que le están esperando. “Mi gran reto a cinco años es escribir en euskera. Me atrae porque el léxico permite crear nuevas palabras de manera más fácil que en castellano”. Todo llegará, puesto que antes quiere adentrarse en un libro en el que hablar de “la oportunidad perdida de educarnos sentimentalmente a través de la música”. Apunta que “hemos bailado muchas canciones en inglés que, realidad, hablaban de no mirar al pasado, de un amigo que se muere…”. Es ahí donde quiere incidir, de nuevo con el humor como compañero de escritura.