Bajo el título de Vania x Vania, la idea es compartir con el público dos visiones diferentes de un mismo punto de partida, un clásico como Tío Vania, de Chéjov. Así este viernes llega el turno de Vania (versión 1) y el sábado toma el relevo Vania (versión 2). En ambos casos, la cita es a las 19.30 horas, quedando todavía entradas disponibles, aunque el patio de butacas ya está lleno en las dos jornadas.
Pablo Remón es el responsable de ambas reescrituras y direcciones. Al escenario también se suben los mismos intérpretes, un elenco compuesto por Javier Cámara, Juan Codina, Israel Elejalde, Marta Nieto, Manuela Paso y Marina Salas. Las obras son independientes entre sí, pero a buen seguro habrá unos cuantos espectadores que no quieran elegir y acudan a las dos citas.
El aquí y el ahora
“Cuando veo un espectáculo mío, siempre quiero volver a montarlo. Si hubiera tomado esta decisión en lugar de aquella, si hubiéramos ido por este camino en lugar de aquel. Me dan envidia entonces los pintores, que vuelven una y otra vez sobre el mismo motivo. O los músicos, que se permiten enseñar sus caras B, sus rarezas, las versiones previas de un tema”, apunta Remón. De ahí, este proyecto coproducido por el Teatro Español y Teatro Kamikaze.
Por eso, “Vania x Vania pretende mostrar dos caminos posibles de acercarnos a esta obra, entre tantos posibles. No creo que ninguno sea completo, que ninguno sea definitivo. Pero sí serán muestras de lo fértil del texto de Chéjov: Vania seguirá ahí, puro enigma, esperando las preguntas adecuadas”.
“Volvemos a los clásicos porque nos siguen interpelando, nos siguen hablando de los conflictos eternos e irresolubles del ser humano. Volvemos a Chéjov porque nos habla no tanto de allí (la Rusia prerevolucionaria) y entonces (finales del siglo XIX), como del aquí y el ahora”.