Es Gonzalo del Val un buen y viejo amigo del escenario del Dazz. En el espacio de la calle Cuchillería, el baterista de Miranda de Ebro ha dejado en varias ocasiones buena muestra de su capacidad y calidad de la mano de diferentes proyectos. Pero en esta ocasión, el músico regresa a la capital alavesa con una propuesta que, sin duda, va a sorprender a más de uno.

Así se podrá comprobar este jueves a partir de las 20.00 horas en un concierto en el que Del Val estará acompañado por la cantante Valentina Marentes, el pianista Paquito Cruz –un músico cuya mera presencia en Vitoria va a traer a este recital a público de otras ciudades que ya ha reservado su entrada–, el guitarrista Luis Giménez y el contrabajista Benjamín García.

Bajo el nombre de Cancionero mexicano, la intención es desarrollar un diálogo fluido y fructífero entre el jazz y la música de raíz mexicana. Todo ello contando con intérpretes que vienen del otro lado del Atlántico salvo los casos de Del Val y del zaragozano Giménez. Los pases que todavía quedan libres se pueden conseguir por 12 euros.

Punto de encuentro

La intención de este nuevo proyecto pasa por “reformular el cancionero tradicional mexicano desde una perspectiva abierta y contemporánea, fusionando diferentes estilos”. Para ello, a lo largo de esta semana se van a dar una serie de conciertos pero también grabar un disco que dejará registrado el trabajo realizado.

Este miércoles, en el conocido Jamboree Jazz Club de Barcelona se va a dar otro paso de una mini gira que comenzó en Alicante y Girona, que este jueves pasa por Gasteiz para llegar el viernes a la localidad alavesa de Quintanilla de la Ribera, sin perder de vista que después se seguirá camino por Zaragoza y Bilbao.

Serán oportunidades más que interesantes no solo para conocer de cerca esta nueva propuesta, sino también para acercarse a intérpretes más que interesantes que, por desgracia, no es nada fácil ver por estos lares. Es el caso de Valentina Marentes, cantante, compositora y arreglista que lidera junto a Del Val este último reto.

Habrá que ver cuál es el desarrollo futuro de esta formación, pero de lo que no cabe duda es que, cuando menos, está despertando mucha curiosidad.