El trabajo ha hecho que regrese a su ciudad natal durante varios días. Pero Ariane Gaisán ya está de nuevo en Madrid, donde reside desde hace unos años. La actriz, que empezó a formarse en Ortzai, afronta un 2024 lleno de proyectos, aunque hay una cita muy especial en su agenda. El 12 de abril llega a las salas Un día cualquiera, su primer papel protagonista en un largometraje. La película dirigida por José Texeira redondea así un camino que se empezó a recorrer el año pasado con el estreno en el Palm Beach International Film Festival.

El 11 de abril habrá un primer pase en Madrid y el 12 llegará el filme a las salas. ¿Cómo vive el momento? 

–Creo que han pasado cuatro años desde que hice el casting y con toda la situación de la pandemia, da la impresión de que incluso ha sido más tiempo. Es una película que nos está dando un montón de alegrías. Es un filme independiente realizado con pocos medios, pero está llegando a muchos sitios, obteniendo muy buena recepción en festivales internacionales. Está siendo una locura y una sorpresa. 

Ahora le toca al gran público.

–Creo que es una película muy disfrutona. Dentro de que el terror es un género que tiene su público, es un filme entretenido. No te vas a esperar el final, no te vas a aburrir, tampoco vas a salir con mal sabor de boca. Es algo para compartir con, por ejemplo, adolescentes. A la gente joven, de hecho, yo creo que le va a encantar.

Tampoco se puede contar mucho del argumento. 

–(Risas) No, la verdad.

Pero sí es posible decir que sitúa a un grupo de amigos en una casa rural un fin de semana. 

–Y poco más (risas). Que hay muchas sorpresas, eso sí podemos decir. Es terror y suspense, pero no es la típica película gore. No vas a ver mucha sangre. No es desagradable. Es una película que te hace pensar, que te tiene todo el rato pensando qué va a pasar ahora. Hay algún que otro susto, eso sí (risas).

“Es un filme independiente realizado con pocos medios, pero está llegando a muchos sitios, obteniendo muy buena recepción en festivales”

Usted ha acompañado a la película por festivales de diferentes países, por ejemplo en Estados Unidos y México. 

–Eso ha sido muy guay. Normalmente a los festivales van los directores y los productores. No es habitual que el reparto se mueva tanto. Pero en este caso, el director y productor ha sido muy acogedor con todo el equipo. Han sido experiencias muy buenas, la verdad.

También habrán sido oportunidades para conocer a mucha gente del sector y dejar alguna que otra tarjeta de visita. 

–Sí, sí (risas). Lo hemos pasado muy bien, sí, pero también hemos aprovechado en este sentido. Claro, es que hemos ido a festivales con mucha gente del medio, personas además de muy distintos países. 

Ariane Gaisán Josu Chavarri Erralde

Se va a cumplir un año del estreno, que se llevó a cabo en Estados Unidos. 

–Fue un momento que viví con mucha ilusión. No esperaba que nos fueran a llevar y fue toda una oportunidad estar allí y ver cómo funciona la industria del cine más allá de lo actoral. Además, fue una oportunidad de ver otras películas, filmes que aquí muchas veces no llegan a las salas. Fue una experiencia muy enriquecedora.

Han pasado por festivales de países muy distintos. ¿Cómo nota que se ha recibido el filme? 

–En México, la película tuvo una acogida brutal. De hecho, en Latinoamérica es donde más ha gustado. Hemos vivido proyecciones muy intensas allí, con el público viniendo a abrazarte y hablarte. No sé si es por el idioma, por las conexiones culturales o..., pero lo cierto es que allí ha gustado mucho. Luego nos han seleccionado también en países muy locos para mí como Dubai (risas). Eso fue otra locura. 

Lo cierto es que aunque la película llega ahora a las salas, el rodaje se produjo en plena pandemia. ¿Le queda ya muy lejos? 

–Bastante, pero bueno, sí me acuerdo, por ejemplo, del casting, porque me salvó mucho durante la pandemia. Con todo el mundo en casa y sin casi trabajo, poder hacer aquella prueba y que me escogieran fue algo importante. Todas las semanas estuvimos haciendo ensayos online y eso me ayudó a tener una rutina de trabajo, aunque fuera desde casa. La grabación se me hizo muy corta, eso sí. 

“La interpretación es lo que me encanta, lo que me apasiona y lo haría todos los días de mi vida si pudiera; me ha salvado un poco la vida”

¿Y cuando la ha visto, qué? 

–La primera vez se mi hizo raro (risas). No estoy acostumbrada a verme. Pero poco a poco me he ido relajando. 

¿Hasta el punto de asustarse a sí misma? 

–No. Eso es una pena. Es que ya sé lo que pasa (risas).

Llega el filme a los cines pero a usted le pilla con otros proyectos en marcha. ¿Cómo se presenta la agenda de este 2024? 

–La verdad es que estoy muy contenta porque el año está empezando muy bien. He estado ahora grabando una película, aunque todavía no puedo decir mucho. Solo que es con Kiko Prada y que se ha rodado aquí en Vitoria. Hay además otros proyectos pendientes por confirmar que tienen pinta de que van a salir no sé si este año o para el que viene. Pinta muy bien la cosa, la verdad.

¿Nota ya que ‘Un día cualquiera’ está siendo una ayuda en este sentido o habrá que esperar al estreno en salas? 

–Es algo que ya estoy intentando aprovechar. Seguramente se notará más tras el estreno en salas, pero ya hay proyectos donde saben que he hecho esta película y que respondo.

Vuelve a Madrid ya. En su día hizo una apuesta por dejar Vitoria y marcharse allí que volvería a repetir o... 

–Lo volvería a hacer sin duda. Es verdad que vivir de esto es muy difícil. De hecho, yo a día de hoy lo sigo compaginando con otras cosas. Pero es muy bonito y cuando sale un proyecto, lo disfruto muchísimo. Es lo que me encanta, lo que me apasiona y lo haría todos los días de mi vida si pudiera. De hecho, siento que la interpretación me ha salvado un poco la vida. Gracias a cada personaje, incluso en el trabajo en clase, puedo sacar muchas emociones y eso me libera.

Estos días en Vitoria, le ha dado tiempo a pasarse por Ortzai... 

–No, por ahora, pero sí que quiero. A Iker Ortiz de Zárate le tengo un montón de aprecio y cariño.

Por cierto, llegará el estreno y su familia, que está aquí, podrá ver por fin su trabajo. 

–¡Ni han leído el guion! Saben lo mismo que cualquiera de la película (risas). Yo creo que la mirarán con buenos ojos. Además, es una película de terror pero no es tan dura. A mi ama creo que le dolería más que fuera un drama (risas).