Toca hacer las maletas. Hay que estar el próximo día 22 en el Palm Beach International Film Festival para compartir el estreno de Un día cualquiera, de José Texeira. “Estoy nerviosa y volviendo un poco loca a mi ama”, ríe Ariane Gaisán. El filme es el primer papel protagonista de la intérprete vitoriana en la gran pantalla y en ningún caso ella había pensado que el debut ante el público iba a tener como marco Estados Unidos. “Ni me lo creía cuando lo supimos. Siento ganas y emoción”, apunta.
Eso sí, antes de ese día es complicado contar demasiados detalles de este thriller psicológico. En principio, lo que el público del veterano y prestigioso festival se encontrará es una historia protagonizada por un grupo de amigos que se va de casa rural un fin de semana. Pero a partir de ahí, todo será posible. “Es una película con muchos giros” a pesar de estar rodada en una única localización y contada en 90 minutos.
“Cuando la gente la vea, mi mayor ilusión sería que se sintiese sorprendida en todo momento. Es un filme muy distinto a lo que estamos acostumbrados. A cada momento están pasando cosas, y espero que los espectadores sientan que la historia les engancha, que no han tenido ni un segundo de desconexión o aburrimiento”, explica la actriz. “Dentro de que es un thriller, al estar pocos personajes en un espacio reducido donde pasan tantas cosas, ojalá quien venga a verla empatice con nosotros y también reflexione, porque hay alguna invitación a pensar”.
Rodaje en pandemia
Primer largometraje y debut con un papel protagonista. Aunque Gaisán, a pesar de su juventud, cuenta ya con un amplio recorrido en el teatro, la televisión y el cortometraje –sin perder de vista su labor dentro del modelaje–, Un día cualquiera supone estrenarse en la gran pantalla.
Eso a pesar de que la pandemia se cruzó por medio, tanto a la hora de hacer el proceso de casting como en el rodaje. En el primer caso, todo se llevó a cabo online. “Fueron varias pruebas y entrevistas” hasta que la actriz fue seleccionada para compartir pantalla con Agus Carreño, Alberto Trejo, Mila Villalba, Raquel San Felipe y Fran Ofrecio. La situación sanitaria, de hecho, llevó a que el rodaje no se pudiese llevar a cabo hasta octubre de 2021. “Tuvo su parte buena para nosotros porque para cuando llegamos a la grabación llevábamos casi un año de ensayos y con la película en mente”.
De todas formas, las semanas de trabajo con todo el equipo también tuvieron su particular historia. “Fue un confinamiento artístico” de todo el elenco y la parte técnica en una gran finca de Extremadura. “Estábamos en medio de la nada haciendo toda la vida juntos durante un mes”, rememora. “Tengo un recuerdo muy especial de lo que vivimos y compartimos. Le tengo mucho cariño a la experiencia” y eso que casi toda la acción ocurre en una misma estancia, con todas las dificultades que ello implica para mantener la tensión. “Por eso la película tiene tantos giros y está tan pensada”.
De Ortzai a Madrid
Con todo, Gaisán apunta que tiene “muy poco” en común con su personaje, Marta. Con un nombre que ya queda unido a su trayectoria interpretativa, a un camino que empezó en su Vitoria natal, donde viven su ama, su hermano y su abuela. “Soy la única que me he ido”.
De todas formas, hace poco la actriz estuvo por tierras alavesas. Ha estado participando en el rodaje de Deviant, filme de Daniel Muñoz Caneiro que se ha estado grabando en Amurrrio hasta hace nada. “Debes realizar mucho esfuerzo para hacerte un hueco. Esta es una profesión muy difícil. Desde fuera solo se ve lo bonito, pero hay mucho trabajo detrás, muchos noes, muchos casting y muchos proyectos que a lo mejor no son tan reconocidos”. Aún así, ella es constante.
Lo lleva siendo desde que de pequeña se enganchó al mundo de la interpretación. “En el colegio, con ocho años, me apuntaron a teatro y ahí me enamoré. De hecho, era siempre muy pesada con mis padres para que me apuntasen a formación”. Ahí, con 14 años, se cruzó Or-tzai. La compañía y escuela de Iker Ortiz de Zárate fue la rampa de lanzamiento. Igual que le pasó a Patricia López Arnaiz o Susana Abaitua. Algo tiene el proyecto de la calle Pintorería, sobre todo con las actrices.
A los 18 años, eso sí, llegó otro momento importante. Gaisán hizo las maletas y se fue a Madrid, donde reside desde hace un decenio. Allí sigue, aunque dentro de nada le toca afrontar un viaje muy especial, el que le llevará a Estados Unidos para estrenar Un día cualquiera.
