El Festival de Teatro se adentra en ‘La voluntad de creer’
Realidad y ficción se confunden hoy en un Principal que todavía tiene entradas a la venta
Tras ganar el Max al mejor espectáculo de teatro el pasado mes de abril, La voluntad de creer sigue su camino por distintos escenarios, un recorrido que hoy tiene parada obligada en la cuadragésimo octava edición del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz.
Con el sello inconfundible de Pablo Messiez, el montaje pone en juego la frontera entre realidad y ficción, apelando también a la figura y el rol del espectador de teatro.
A la espera de que el veterano certamen abra el resto de escenarios de este año, la atención del público sigue fijada en el Principal. Así va a pasar esta tarde a partir de las 19.30 horas, quedando todavía entradas disponibles para poder acudir a la cita en el centenario edificio de la calle San Prudencio.
Marina Fantini, Rebeca Hernando, María Jáimez, José Juan Rodríguez, Íñigo Rodríguez-Claro y Mamen Camacho serán los encargados de dar vida a un montaje protagonizado por una, sin duda, singular familia.
No en vano el hijo pequeño dice ser Jesús de Nazaret. La obra arranca con la vuelta a casa de una de sus hermanas, un regreso desde el otro lado del Atlántico junto a su pareja y quien está por nacer.
En su antiguo hogar parece que nada ha cambiado y menos para bien. Nadie dentro de esas paredes parecer atravesar su mejor momento, precisamente. Es el marco del que se sirve Messiez para escribir el texto de la función, que toma como punto de partida La palabra, de Kaj Munk, y su versión cinematográfica, firmada por Carl Theodor Dreyer.
Es el contexto que le sirve al dramaturgo, director de escena e intérprete argentino para preguntar sobre la voluntad, la sugestión, la fe, lo verosímil, la ficción, la escena y por lo que puede ser verdad aunque no lo sea.
Entre el humor y la tragedia se construye un juego que, en formas y fondos, ha conseguido ya atraer a no pocos espectadores sin perder de vista los reconocimientos conseguidos. Es el bagaje con el que llega a la capital alavesa.
“Demasiadas veces se ha dicho que el teatro es mentira. Vamos a intentar decir otra cosa”, apunta Messiez en la presentación del espectáculo. Es la invitación, o la trampa según se mire, que se propone en un festival que tras esta actuación se va a tomar un pequeño descanso hasta el miércoles que viene.