“Hay mucho camino por hacer”, admite Lara Diloy. Aún así, “quiero ser positiva”, sabiendo que cada vez las nuevas generaciones tienes más referentes en los que fijarse. Con todo, a nadie se le escapa que ella, este miércoles, va ser la segunda directora que en más de cien años se pone al frente de la Banda Municipal de Música de Gasteiz. 

Lo va a hacer para llevar la batuta del penúltimo concierto de la temporada de abono, bautizado como Fronteras de papel. “Me he encontrado una Banda muy abierta a trabajar, que te ofrece todo lo que tienen cada uno de sus componentes”, apunta la tolosarra en estos momentos previos de preparación de un recital que arrancará a las 19.30 horas y para el que, aunque no muchas, todavía quedan entradas.

Esa visibilización de la mujer como compositora, directora e intérprete es algo en lo que la Banda lleva empeñada de manera más que evidente desde la llegada de Luis Orduña a la dirección de la agrupación. Él, esta vez, queda fuera del foco en un recital que arrancará con Candide Overture, de Leonard Bernstein. De hecho, la presencia de composiciones llegadas desde Estados Unidos es una constante en el programa diseñado.

Después será el momento de Concerto for Tuba and Wind Ensemble, de la compositora Kimberly Archer, obra que contará con otro aliciente, la presencia como solista del tubista Joaquín Díaz. “Esta pieza es el mayor reto al que me he enfrentado como solista”, apunta el músico. La creación atraviesa por diferentes etapas de la vida, distintas emociones, dudas y experiencias, configurando un resultado final “intenso” en el que toman parte “los instrumentos más graves de cada familia”.

Viaje emocional

Ese viaje sentimental y emocional –que dura unos 25 minutos– será el eje central de una actuación que, más allá de los bises, se cerrará de manera oficial con la interpretación de Un americano en París, de George Gershwin. “Desde el primer momento que recibí la propuesta de la Banda, me llamó esa idea de la frontera que está presente en esta temporada. Si hay algo que de verdad nos acerca es que somos personas; y, además, tenemos la música, que es un lenguaje universal”, apunta la directora invitada.

Con todos estos alicientes se vivirá una actuación que de manera presencial se lleva trabajando desde el domingo en la capital alavesa, donde se viven jornadas intensas de ensayo para que todo vuelva a salir como debe este miércoles. Después, la temporada de abono se encaminará hacia su despedida, que se producirá en mayo.