Ama-Lur-Zonía se está adueñando desde hace unos días del espacio expositivo con el que cuenta el Pabellón Universitario. La muestra, según explican desde el Campus de Álava, responde al reto lanzado por Lily Calderón, abogada, activa defensora de los derechos de los pueblos indígenas, integrante de REPAM, la red eclesial panamazónica, y alumna de la clase de retrato de la Escuela de Artes y Oficios.

Junto a una decena de sus compañeras y compañeros han diseñado una muestra compuesta por 40 retratos de personas de diferentes comunidades indígenas de la Amazonía brasileña, peruana y ecuatoriana. Pretende ser una denuncia, un grito de rabia, y a la vez un canto de esperanza. “Denuncia ante la situación de abuso y destrucción que están viviendo, desde hace muchos años, numerosas comunidades indígenas. Y un canto de esperanza en la confianza de que la humanidad sea capaz de dar la vuelta a tanto despropósito contra la naturaleza y los pueblos que la habitan”.

Para ello se plantean dos propuestas diferentes con las mismas imágenes. Por un lado, tintas monocromas con una ejecución muy expresiva para transmitir el dolor. Por otro, acrílico u óleo, que busca el color y expresa el deseo de que la vida de esas comunidades sea restaurada.