Dentro de los múltiples y diferentes intereses e investigaciones que viene desarrollando Miriam Isasi Arce en su trayectoria artística, la Guerra Civil y sus huellas en el presente tienen un peso específico que el público ha podido ya compartir con anterioridad. Ahora, la creadora regresa a su ciudad natal para presentar Tres ejercicios de tiro, un todo conformado por distintas partes que tienen en común tres puntos de Asturias, Cantabria y Euskadi en los que estuvo el llamado Frente del Norte durante el conflicto.

Varias de las partes de la producción. | FOTO: PILAR BARCO

Hace casi un lustro, tras conseguir el apoyo de una convocatoria de creación para generar lazos entre los tres territorios –bautizada como Tan cerca–, la autora comenzó un proceso de investigación, documentación y recopilación de datos y materiales, que tuvo su primera parada en el Espacio Alexandra como centro desde el que empezar a tirar de un hilo que a lo largo del tiempo ha ido desarrollándose.

El rocódromo del Frente del Norte

Desde hoy –la inauguración se producirá por la tarde–, Zuloa se convierte en parte de la producción, acogiendo esta instalación que se va a poder conocer en el espacio de la calle Correría hasta el próximo 18 de febrero, gracias además al apoyo de Juan Celaya Fundazioa y Talka Galeria. Como describe la historiadora y comisaria Cristina Ojea, en este proyecto, la artista vitoriana comparte con el visitante “una caja del tesoro en la que no encontramos lo hallado; el ansiado metal pierde el protagonismo para centrarse en la geografía. La búsqueda no consiste en encontrar el vestigio material de la memoria, sino en señalar el lugar del descubrimiento: recuperar el conflicto vivido a través de los diferentes estratos de información que guarda el territorio”.

El rocódromo del Frente del Norte

A modo de libro

Cuatro estuches azules, cada uno de los cuales contiene mapas intervenidos en los que aparecen distintos niveles de información, conforman el eje fundamental de la instalación. Son “libros objeto o libros de autor”, como los define Isasi Arce, más allá de que “no tengas letras”.

A falta de palabras, eso sí, hay muchos materiales que hablan y cuentan. Partiendo de la cartografía militar, la artista trabaja desde tres puntos, lugares que solían ser de reunión de quienes se resistían a los golpistas. A partir de ahí, se generan diferentes elementos, también ménsulas topográficas de resina, cuya colocación en Zuloa termina por configurar lo que a Isasi le recuerda a un “rocódromo”. “Me gusta esa imagen porque en ambos casos parece trazarse un recorrido al que es necesario sujetarse para llegar al objetivo”.

Como deja escrito la propia artista en los estuches, en ellos se encuentran “piezas para la reconstrucción de una historia, herramientas del recuerdo ante el deterioro cognitivo”, sendas para traer al presente información enterrada durante décadas. La memoria se construye así a través de la cartografía.

O más que construirse, la propuesta por invitar a investigar, conocer, rastrear tomando como referencia esos tres lugares que hoy siguen siendo y donde no hace tanto una guerra tuvo lugar. Isasi Arce ya ha trabajado con la metralla encontrada en estos espacios, y ha desarrollado líneas de trabajo en torno a este tema. Ahora ofrece otra capa más en este proceso y lo hace interviniendo mapas y paredes, haciendo impresiones en 3D, generando libros sin letras impresas.

Así se puede compartir desde esta tarde en Zuloa, cuyo programa expositivo de 2023 se abre de la mano de Miriam Isasi Arce y de Talka Galeria, proyecto comandado por un Gorka Basterretxea que conoce a la perfección todo lo que puede llegar a pasar entre estas paredes del Casco Viejo.