Encontrarse y aprender a expresarse a través de la fotografía. Es la idea que fundamenta las dos exposiciones que, durante estos últimos días del año, se encuentran abiertas al público en el centro cívico El Pilar (Somos) y en Bizan Txagorritxu (Diecisiete miradas). Tienen sus diferentes, pero les unen más cuestiones en común de lo que pudiera parecer en un primer momento. Para empezar, que nacen de mano de Icono Difusión Cultural en colaboración con el Ayuntamiento de Gasteiz, y que en la coordinación de las dos apuestas se encuentra la fotógrafa Maider Jiménez.
En Somos, que cuenta con la colaboración también de Cruz Roja, toman parte Andrea, Ashlee, Claudia Artiga, Eva, Idoia Romano, Khadija Derbag, Lady Tianna, Maria Jahrit, Maribel Burbano, Luz Ángela Burbano, Miriam Mínguez, Monique, Sandra Díaz y Sofía Real. Sus creaciones se pueden ver hasta el 1 de enero en el centro cívico El Pilar.
La propuesta es fruto de dos talleres de fotografía destinados de manera específica a mujeres, cursos que se han caracterizado por la diversidad en cuanto a orígenes y sensibilidades de sus participantes, que han demostrado mucho interés e implicación. “A partir de unas sencillas pautas que les invitan a reflexionar desde la perspectiva de los derechos humanos”, las autoras han aceptado el reto de “prestar una atención distinta a su entorno y de poner en valor la mirada propia”, según explican los responsables de una iniciativa que cuenta, como la otra exposición, con la implicación junto a Icono del departamento municipal de Políticas Sociales, Personas Mayores e Infancia.
En lo que respecta a Diecisiete miradas, en el proyecto participan Alfredo, Ana I. Fernández Ibisate, Ana Rocío Oviedo, Cari, Daniel Osorio, Esther Ibisate, Geraldinne Agudelo, Igor Fernández, Jose, Juan Carlos López Sáiz, Maje Etxabe, Mar, María José García Agúndez, Mertxe Méndez, Miguel de Domingo, Rocío Fernández y Victoria Calleja Uria. Estos trabajos están presentes en el centro Bizan Txagorritxu hasta el próximo 8 de enero.
También en este caso, el origen de la muestra está en dos talleres fotográficos destinados no solo a personas mayores, sino a la ciudadanía en general. De hecho, han participado personas de diversas edades, desde un niño hasta personas mayores.
“Partiendo de diferentes procesos, cada una de las personas que expone en esta muestra ha aportado su visión personal sobre conceptos y realidades que les son propias y, a su vez, nos envuelven como conjunto. El fruto de esta experimentación, individual y colectiva, se presenta para invitarnos a contemplarlo como un todo formado por universos propios”, subrayan quienes son responsables de la idea.
Más allá de que las imágenes pertenecen ahora, por así decirlo, a quienes durante estas fechas acudan bien al centro cívico, bien al centro Bizan, lo cierto es que desde Icono Difusión Cultural describen que los resultados en ambos casos han sido muy satisfactorios, sobre todo en dos planos. Por un lado, en lo que tiene que ver con un punto de vista social, puesto que el desarrollo de las dos exposiciones se ha traducido en encuentro, convivencia y compromiso personal y colectivo. Por otro, en lo que se refiere a la parte artística o creativa ya que también ha habido muy buenas fotografías incluso realizadas entre las personas que no tenían muchos conocimientos técnicos previos a la realización de los citados talleres.
