El ministro de Cultura, Miquel Iceta, aseguró ayer que en el museo del Prado, cuando dos activistas se pegaron al marco de las Las majas de Goya, no falló la seguridad, como tampoco ocurrió en otras pinacotecas del mundo mejor dotadas de medidas protectoras sino que, “sencillamente, el riesgo cero no existe”.

“Este fin de semana, si no recuerdo mal, en el museo del Prado hubo 9.000 visitantes: la única manera de garantizar el riesgo cero sería cerrar los museos y a eso no estamos dispuestos”, señaló. El ministro, que presidía junto al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el acto de entrega a Cultura de dos obras del siglo XVII de Sor Juana Inés de la Cruz recuperadas por la Guardia Civil en Estados Unidos, refirió una larga lista de museos que han sufrido ataques parecidos al del Prado el pasado día 5, desde la National Gallery de Londres a la Galería de los Uffizi en Florencia, en apenas unos meses.

“Muchos de estos museos tienen más seguridad que los nuestros y no han sido capaces de evitar los ataques; por lo tanto, el problema no es de número ni de dotación”, señaló Iceta, e incidió en que el material que usaron en el Prado no es detectable en los arcos de seguridad. “Vamos a hacer lo que haga falta –indicó– sabiendo que desgraciadamente no podemos garantizar (la seguridad) al cien por cien, porque nadie puede”.

En ese sentido, consideró que la responsabilidad del Gobierno es “velar por la integridad de nuestras colecciones, y tenemos personal para hacerlo, pero faltaría a la verdad si dijese que no existe el riesgo”, dijo Iceta.

“Hay quien intenta minimizarlos (los ataques) o decir que tienen una vertiente puramente simbólica, pero el riesgo que sufren esas obras es insoportable”, reprochó el ministro, entre otras cosas porque, por ejemplo, la parte que va entre el cristal y el marco al que se tira un líquido puede dañarse gravemente, y también los marcos son valiosos, algunos “de la época en que los lienzos fueron pintados”.

Tanto para Iceta como para Grande-Marlaska, se pueden reivindicar “muchísimas cosas sin poner en riesgo el patrimonio, que es de todos”. Ambos coincidieron en “llamar a la conciencia ciudadana” y seguir dotando a los museos “de mecanismos que permitan prevenir actos de este tipo”.

También reconocieron que “hace semanas” que advirtieron a todos los responsables de los museos del riesgo, ante la reiteración de este tipo de actos en otros lugares. Iceta recordó, por último, que los vigilantes de los museos “no son agentes de la autoridad”, lo que limita su capacidad de actuación en determinados supuestos.