Tenía que haber sido en invierno de 2021. Pero la pandemia lo impidió. También truncó el intento del arranque de este año. Pero por fin en primavera el Campeonato de Bertsolaris de Álava está pudiendo llevarse a cabo. Empezaron 30 contendientes y ya solo quedan seis, los mismos finalistas que en 2019 salvo por el debut de Paula Amilburu Izargarai. “Otras veces puede haber más pistas pero creo que en esta final hay más incógnitas que en otras ocasiones”, apunta Iñaki Viñaspre Simon. El de Abetxuko es el encargo de defender la txapela que consiguió en marzo de 2019, aunque la situación sanitaria le ha impedido seguramente disfrutar de aquella victoria en toda su plenitud.

En este 2022 de cambios, el certamen se estrena en el Europa, tras años asentado en el Principal y después de haber celebrado sus finales en otros puntos de la capital alavesa como el aula magna del Conservatorio Jesús Guridi o, ya hace bastante tiempo, en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa. Habrá que ver cómo responde el palacio, porque el reto es importante, y también cómo se amoldan participantes, jueces, espectadores, prensa y todo lo que conlleva este cierre de la competición.

Será a las 17.30 horas, aunque las puertas se abrirán 30 minutos antes, cuando todo se ponga en marcha, estando ya las entradas a la venta (www.bertsosarrerak.eus/sarrerak/sarreren_salmenta_orria) por 18 euros para el público en general, 15 para las personas socias de Arabako Bertsozale Elkartea y 10 para los menores de 16 años.

Sobre las tablas, además de los ya mencionados Viñaspre y Amilburu estarán otros cuatro nombres bien conocidos por los aficionados y por el propio campeonato. Qué decir, por ejemplo, de los ya ganadores Oihane Perea Perez de Mendiola y Manex Agirre Arriolabengoa. O de un joven ya veterano como Xabi Igoa Eriz, sin perder de vista a Peru Abarrategi Sarrionaindia. Todos repiten que lo importante es disfrutar en la final, más allá de que los nervios estén ahí.

Uno de los seis, a eso de las ocho y media de la tarde, estará delante de Serapio Lopez Ortueta, ya que será el conocido bertsolari alavés, también presente en alguna que otra final del campeonato, el encargado de dar la txapela alavesa bien por segunda vez consecutiva a Viñaspre, bien a otro de los competidores. Será el momento culminante de una competición que arrancó el pasado 1 de abril en Amurrio, teniendo que desarrollar una estructura diferente a las últimas ediciones para poder sortear los cambios introducidos en la agenda por la pandemia al no poder llevarse a cabo las eliminatorias previas.

Aún así, aunque la emoción estará por todo lo alto, tanto la organización como los finalistas saben y subrayan que, más allá de la competición en sí, se encuentra el trabajo colectivo que en pro del bertso en particular y la cultura en general se desarrolla a lo largo del año por todo el territorio de la mano de Arabako Bertsozale Elkartea. Es en las bertso eskolas donde se ponen las bases de una labor que, en realidad, poco tiene que ver con lo competitivo.

Un sumar entre todos que en los dos últimos años se ha enfrentado a muchas complicaciones debido a la pandemia, pero ni siquiera la situación sanitaria ha conseguido parar el camino. Una senda en la que el campeonato individual se presenta más como una puesta en valor de lo común que como una lucha de voces solitarias. Con todo, este sábado es la final y eso significa asistir a una gran fiesta en la que el ingenio, la rapidez y la habilidad van a ser protagonistas.