- Ya mañana, la segunda edición de Komedialdia será historia y el equipo que hay detrás del festival de humor se pondrá manos a la obra de cara a 2023. Pero cuidado porque en el Bibat, los ecos del certamen de este 2022 van a estar todavía presentes gracias al trabajo de Álava Medieval y la exposición El Mentirón: hojas para un álbum vitoriano del siglo XIX. De hecho, hasta el próximo 25 de septiembre estará abierta esta muestra centrada en un joven Ricardo Becerro de Bengoa y la publicación satírica que creó y publicó en Gasteiz entre 1868 y 1869.
La exposición se puede visitar en la parte correspondiente al Museo de Naipes Heraclio Fournier. Aquí, tanto a través de imágenes como de textos, se hace un repaso a las características esenciales y la trayectoria de El Mentirón, una publicación semanal en la que la sátira era una herramienta fundamental. La exposición ha sido comisariada por el antropólogo e historiador del arte Ander Gondra Aguirre, miembro del equipo de Álava Medieval. Tras la publicación el pasado diciembre del libro Historias Increíbles. Antología de relatos de Ricardo Becerro de Bengoa (Sans Soleil Ediciones), el experto sigue indagando en el legado "de una de las personalidades más recordadas y destacadas del panorama cultural alavés del siglo XIX", dando a conocer ahora su faceta como dibujante satírico al frente de este periódico. Este semanario "es un perfecto exponente del humor de su tiempo, de los debates e intereses latentes, y de la convulsa coyuntura política que se vivía en aquel entonces".
Bajo seudónimo (Recaredo Bay), Becerro de Bengoa se encargó de los textos y dibujos que aparecieron publicados en todos los números, desde mayo de 1868 hasta abril de 1869. Anunciándose como "el periódico ilustrado más barato del mundo", prometía hacer llegar cada domingo a los hogares vitorianos una selección de artículos alegres y chispeantes sobre costumbres alavesas. Aludía así desde el propio título escogido al carácter popular de la publicación, en referencia a ese rincón del centro de la capital alavesa donde las gentes se reunían a charlar y cuchichear. La muestra, realizada a partir de los fondos que custodia la Fundación Sancho el Sabio, está conformada por más de una veintena de diseños acompañados de paneles informativos.