- El español Albert Serra ha sembrado el desconcierto este jueves en el Festival de Cannes con “Pacifiction”, un filme magnético y bizarro, rodado en francés en la isla de Tahití, que contrapone el paraíso soñado y la corrupción real y con el que compite por primera vez por la Palma de Oro.
Ganador del premio especial del jurado Un certain regard en 2019 con “Liberté”, Serra -también conocido como el más francófono de los cineastas españoles y el más iconoclasta- propone al espectador un viaje alucinado al mundo interior del protagonista, el alto comisionado de Francia en Polinesia, que interpreta Benoit Magimel.
A lo largo de más de dos horas y media, Serra aplica la máxima de que el arte debe crear confusión en un thriller con resonancias políticas pero despojado de referencias concretas cuyo punto de partida fue la lectura de los diarios de la actriz polinesia Tatarita Teriipaia, que fue esposa de Marlon Brando.
La narración, no obstante, transcurre por sus propios derroteros y muestra escenas de la vida cotidiana de ese funcionario.