- Aunque ya se haya cambiado de estación, la programación invernal de la Red de Teatros sigue su curso. Lo va a hacer hasta que se acerque el paréntesis de Semana Santa. Aún así, en esta recta final se están cerrando ya diferentes ciclos. Mañana, por ejemplo, el cartel se despide de manera definitiva de los escenarios de los centros cívicos. Así va a suceder desde el Félix Petite (Ibaiondo), donde a las 19.30 horas se podrá ver Fairfly, de La Calòrica, aunque quien no tenga ya su entrada en la mano puede ir despidiéndose porque no queda ni una sola entrada disponible.

Quienes sí tengan la oportunidad de acudir se encontrarán con una obra que, más allá del tono de comedia, mira de frente a la actualidad laboral de los últimos años, por lo menos en esta parte del mundo, ese presente en el que el concepto emprendizaje se ha convertido en una especie de nueva religión. Estrenada en 2017, e incluso a pesar de la pandemia, la obra está teniendo un recorrido más que importante, gracias también al hecho de haber conseguido premios de relevancia como los dos Max que se llevó en 2018, el de mejor espectáculo revelación y el de mejor autoría revelación para Joan Yago.

Bajo la dirección de Israel Solà, quienes suben al escenario dan vida a un grupo de amigos que se ven ante el precipicio laboral cuando la empresa en la que trabajan pone en marcha un Expediente de Regulación de Empleo. Los cuatro se debaten entre intentar luchar por sus puestos o lanzarse a la aventura y hacer realidad una idea que les ronda la cabeza. Se construye así una obra que “es una comedia sobre la burbuja de la emprendeduría; el gran remedio de nuestro tiempo, la solución a todos nuestros problemas, la nueva fe que ha venido a recordarnos que nosotros somos los únicos propietarios de nuestro destino y -en consecuencia- los únicos culpables de nuestra infelicidad. No importan los contactos, la clase social o el lugar de procedencia; ahora no necesitamos nada más que una idea brillante y un ordenador portátil”, explican desde la compañía.