Un proyecto compartido con dos modos de expresarse. A principios de este año, Raúl Sánchez Alegría presentó su nuevo poemario, Zelandia. Al mismo tiempo, se llevó a cabo una primera exposición con los cuadros creados por Marijo Lojo Escalante en torno a esta publicación. Se plasmaba así un camino de ida y vuelta, que, eso sí, no quedó detenido en esos primeros pasos. Al contrario, sigue haciendo su senda cada vez más grande.
Sucede así desde esta semana con un doble foco de atención. El viernes, por ejemplo, la Euskal Etxea de Madrid será el escenario para una nueva puesta de largo del poemario, un acto en el que la pintura también estará presente, y en el que el público asistente -el acto comenzará a las 19.00 horas- podrá adentrarse en esta gran metáfora del ser humano que Sánchez Alegría ha plasmado entre las páginas de Zelandia.
Pero un día antes y bastante más cerca, el proyecto seguirá sumando reclamos. Esta vez será desde el centro cívico Zabalgana, cuyo espacio expositivo acogerá hasta el 2 de mayo la muestra Mareas de Zelandia. Esta propuesta, compuesta por 16 obras -la mitad de ellas inéditas- llegará después a los centros cívicos de Judimendi (del 2 al 13 de mayo) y a El Pilar (del 13 al 31 de mayo).
En lo que respecta a Zabalgana, la exposición se abrirá a las 19.00 horas de este jueves 31 con un acto especial, un encuentro en el que la propia Lojo ofrecerá una visita guiada, en el que además se ofrecerá una presentación audiovisual del poemario que está en el origen de toda esta apuesta multidisciplinar, y en el que además se hará una lectura de El cuento que nunca escribí, realizado por Sánchez Alegría. El acceso, como suele ser habitual, será gratuito hasta completar el aforo.
“Estamos extendiendo el continente”, apuntan con una sonrisa ambos creadores en referencia a Zelandia, a esa parte importante del mundo que vive bajo el agua y del que solo se ve en superficie Nueva Caledonia y Nueva Zelanda. Entre las obras presentes, hay varias que están incluidas en el mencionado libro, pero también otras que formarán parte de una publicación específica que se realizará a final de año.
En ella, una vez más pintura y literatura se unirán pero con un matiz importante. En este caso, el libro funcionará como catálogo del proyecto pero también como un recorrido por la trayectoria creativa de Lojo, más de tres décadas de labor que se concentrarán en medio centenar de cuadros. Además, cada pieza contará con un relato específico creado por Sánchez Alegría. No se trata, eso sí, se hacer mitades, sino de que el público perciba trazos y palabras como parte de un todo.
De esta forma, se completará una propuesta que, en lo que se refiere a su forma literaria, sigue su recorrido en las librerías, mientras en que en lo que respecta a su parte plástica, llega ahora a Zabalgana tras ofrecer dos primeras exposiciones -con cuadros diferentes- en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa y el bar Orient Express, que hace poco ha reabierto sus puertas tras verse obligado al cierre por la pandemia.
Cabe recordar que en el origen se encuentra un poemario que discurre a lo largo de un año, de junio de 2018 a junio de 2019. Los estados de ánimo, los valores, los hechos, los miedos. El retrato es completo. Líneas trazadas por la palabra que, en principio, se iban a quedar ahí. “Pero tuve la oportunidad de encontrarme con Marijo”, como recuerda Sánchez Alegría, y la artista empezó a crear diferentes cuadros nacidos de la inspiración que le provocaba la lectura. Ahí, el libro cambió.
“Hacía tiempo que no dibujaba y hacer las ilustraciones fue todo un disfrute”, explica la autora. “Esta siendo una experiencia muy interesante”, un intercambio entre creadores de distintas disciplinas que no solo han querido encontrarse, sino que de esta puesta en común han generado una producción posterior que no estaba prevista. Así lo podrán seguir comprobando quienes desde este jueves acudan hasta el centro cívico Zabalgana y compartan esta nueva exposición.