- Junto a Antonio Caps (piano) y Antonio Napolitano (bajo), Elio Coppola regresa este domingo 13 a Vitoria para tocar de nuevo en el Dazz, donde todavía quedan algunas entradas disponibles para un concierto en el que el público se va a encontrar con una música “llena de giros y cambios repentinos, divirtiendo y emocionando” a quienes acudan a las tablas del Casco Viejo.

Su primera vez en el escenario del Dazz fue junto a Lauren Henderson. ¿Qué recuerdo tiene?

-Recuerdo con gusto el concierto que hice mientras tocaba en el grupo de la fantástica Lauren Henderson. Nunca había estado en Vitoria y fue un grato descubrimiento. En cuanto al Dazz, puedo decir, sin duda, que es uno de los clubs de jazz más bonitos donde he actuado gracias a la extraordinaria energía de quienes lo dirigen.

En este caso, vuelve con su trío. ¿Qué es lo que va a poder disfrutar el público?

-Mi trío está formado por dos fantásticos y virtuosos músicos que me acompañan: Antonio Caps al piano y Antonio Napolitano al bajo. Somos amigos en la vida también y eso afecta a mi música. Propondremos un repertorio especial, en forma de suite, rindiendo homenaje a algunos de los grandes autores de la música jazz como Dizzy Gillespie. La música, toda arreglada por mí, estará llena de giros y cambios repentinos, divirtiendo y emocionando a la audiencia. Espero que el público venga a escucharnos y aprecie el gran trabajo de arreglos que he hecho para ellos.

Viene justo para tocar y se vuelve a Nápoles. ¿Una locura en tiempos de covid? ¿Cómo está viviendo el poder desarrollar su carrera musical en la situación de pandemia?

-Sí, será un golpe y una fuga. Cuando conocí a Beñat Lasagabaster y me invitó a actuar en su club, acepté de inmediato. Regresaremos a Italia donde poco a poco estamos volviendo a la normalidad. Tengo varios conciertos programados en Italia y Europa a partir de marzo. Este trío nació durante la pandemia. No teníamos conciertos, así que nos organizamos, desarrollamos un repertorio, bajo mi dirección musical, e iniciamos un programa online llamado Un Ora Di Musica Live, que se transmitía en las redes sociales todas las semanas con muchos invitados de gran profundidad como Max Ionata y Fabricio Bosso. Nos sorprendió la cantidad de personas en todo el mundo que siguieron el programa y nos apoyaron. A veces, las dificultades vienen con grandes resultados.

Más allá de la situación actual, cuesta mucho poder disfrutar aquí de músicos italianos de jazz. ¿Por qué cree que pasa eso si estamos tan cerca?

-Ciertamente, el público sigue más de cerca a los músicos estadounidenses, ya que esta es su música. Sin embargo, hay algunas realidades hermosas e interesantes en Europa y me alegro de que poco a poco vayan surgiendo. Por mi parte, me siento afortunado ya que he actuado muchas veces en España, colaborando también con Lauren Henderson, que es muy famosa aquí.

Es también programador de conciertos, sobre todo a través del festival de Capri. ¿Es más difícil programar un festival que dar una actuación o grabar un disco?

-Desde hace once años estoy a cargo de la dirección artística del Festival de Jazz de la Isla de Capri y esto siempre es muy exigente para mí pero también me da muchas satisfacciones. Dirigir un festival o un trío, como en este caso, es muy similar. Necesitas conocer a las personas con las que trabajas, es fundamental confiar en quienes trabajan a tu lado. Y sobre todo hay que tener mucho respeto por el público que viene a escucharte. Me resulta muy estimulante trabajar en este sentido y creo que el siguiente paso seguramente será grabar un disco en el que plasmaré todas las experiencias que he tenido en los últimos años viajando por el mundo con mi música.