Cerca de que se cumplan 30 años desde que Dinky Dau pusiese el motor en marcha, el grupo gasteiztarra publica en este arranque de 2022 su nuevo disco, un Mientras nos quede alientoMientras nos quede alient que ya es una realidad tanto en formato físico (CD) como en la versión digital.

Fuerza, melodía y estribillos pegadizos. Ahí están los tres pilares básicos de un álbum que viene a estabilizar, además, la nueva formación de la banda, con Mariano Romero (guitarra), Javi González (voz), Rulius (bajo) y Erlantz (batería).

“No hemos inventado nada” en cuanto al sonido, ríe Romero, que comparte con González y Rulius las tareas de composición, lo que hace que “las temáticas sean variadas”, aunque el concepto de la muerte está bastante presente en el disco.

Lo hace, por ejemplo, con el tema Y tu guitarra ya no suena, dedicado al músico gasteiztarra Raúl Aransáez, fallecido en agosto de hace nueve años. Pero también en otras composiciones de un trabajo que se abre con una pieza instrumental creada en el confinamiento, Preludio del Apocalipsis.

Son algunos de los nueve cortes de una producción grabada el pasado mes de noviembre en los estudios Kultura & Natura de Abetxuko, con Nando de la Casa a los mandos técnicos y “aportando unas cuantas ideas”.

El resultado busca que “a la gente se le haga corto”, apunta González; que piense “que ha merecido la pena los 10 euros que vale el CD”, añade Romero. En definitiva, que se deje llevar por unos Dinky Dau que mantienen sus esencias básicas pero que también suman nuevas características gracias a la llegada de Erlantz o al relevo en la voz.

Sobre la base del heavy rock, el disco supone romper once años de paréntesis desde el anterior trabajo de la banda, El aliento del dragón, un tiempo en el que la formación ha dado conciertos, se ha tomado sus respiros y ha reorganizado sus componentes, además de vivir una pandemia, claro.

“No queríamos forzar nada ni hacer un álbum por hacer”, por eso se ha esperado al momento justo para publicar una nueva referencia que desde su título ya deja claras las intenciones. “El dragón del anterior hacía referencia al whisky y aquí hacemos un doble guiño: no vamos a parar mientras sigamos vivos y, por supuesto, mientras nos quede whisky”, sonríe Rulius.

Como es lógico, la idea con la salida de las nuevas canciones pasa por volver a los directos, pero los gasteiztarras tienen muy claro que eso se va a producir en unas condiciones lo más normales posibles, no con el público sentado.

“Queremos conciertos de verdad” en los que el público pueda expresarse y compartir. Por eso, de momento, aunque hay pasos dados, no se ha confirmado nada a la espera de que la situación planteada en torno a la pandemia cambie con respecto a las actuales restricciones para actos culturales.

Además, como apunta Romero, saben que “aunque el rock no esté en su época dorada, tiene un público muy numeroso y, sobre todo, muy fiel”, espectadores que a buen seguro disfrutarán a lo grande cuando la banda inicie la gira de presentación de Mientras nos quede aliento, citas que, además, servirán para acoplar por completo a Erlantz en la batería, puesto que él ha sido el último en llegar, incluso con el disco ya definido de cara a la grabación.

“Me siento muy agradecido porque a los dos ensayos ya vi que había muy buen feelingque he propuesto”.

Deseosos de regresar al directo, los componentes de la banda han decidido no ofrecer conciertos hasta que puedan ser “de verdad”

Son nueve los temas -uno de ellos dedicado a Raúl Aransáez- que componen un disco grabado en noviembre junto a Nando de la Casa