Hace cien años, José Miguel de Barandiaran creó en Vitoria el Anuario de Eusko Folklore. De hecho, sus primeros 14 volúmenes se hicieron realidad desde tierras alavesas hasta que la Guerra Civil española se cruzó en el camino.
De 1921 y 2021, la Fundación José Miguel de Barandiaran presenta ahora el número 55, un monográfico cuyo tema central son estos cien años recogiendo trabajos de investigación realizados en el campo de la etnografía vasca, si bien en algunos de sus volúmenes se incluyen trabajos de investigación en el área de la prehistoria y de la paletnografía.
Con el museo Bibat como escenario, esta entrega tan especial se ha puesto de largo, una publicación que en su versión física se puede conseguir mediante pedidos a la fundación, aunque también es posible acceder al formato digital. "El hecho de que este año se cumplan 100 años desde la puesta en marcha del proyecto Eusko Folklore por José Miguel de Barandiaran, hacía inevitable que este número del anuario lo dedicásemos a tratar de recoger en él una muestra representativa de los frutos que tal empresa ha ido dando hasta nuestros días en el panorama de los estudios antropológicos y etnográficos de Euskal Herria.
Ciertamente, somos conscientes de que la incidencia que la labor de Barandiaran ha tenido en el desarrollo de tales estudios va mucho más allá de lo que en este tomo hemos podido plasmar. Evidentemente, no se agota aquí el análisis de tales aportaciones, pero pensamos que sí se dan unas referencias significativas que pueden servir de punto de inicio para seguir profundizando en el tema", apunta Abel Ariznabarreta, actual director de la publicación.
Por su parte, la presidenta de la fundación, Ixone Fernández de Labastida, recuerda que éste es un año especial para la entidad: "Nuestra publicación más emblemática cumple 100 años y creemos que es momento de recordar, pero también de seguir mirando hacia adelante. Con esta misma visión emprendió su fundador el proyecto Eusko Folklore en 1921".
Pero no solo se mira hacia delante respecto a la publicación: "Lejos está la época que habitó José Miguel Barandiaran, y quizás por ello su imagen está un poco difuminada hoy en día en la sociedad vasca, y puede que las nuevas generaciones no sepan quién fue el ataundarra. Por ello, uno de los objetivos de la fundación es dar a conocer y recordar la gran labor llevada a cabo por él. Su producción científica fue novedosa en su tiempo y el método y la investigación es algo vivo por lo que la antropología y arqueología vasca de hoy también han bebido y siguen bebiendo de la gran aportación realizada por Barandiaran".
La intención de la fundación es contribuir a la investigación, por ello convoca la Beca Barandiaran dedicada a la antropología y a la arqueología cada año, prevaleciendo trabajos de investigadores e investigadoras más jóvenes y con nuevas ideas, nuevas aportaciones. "Fruto de ello están siendo trabajos de gran interés actual para nuestras disciplinas".