- “Hay muchas, muchísimas historias dentro de una”. Ander Lipus no anda desencaminado porque, en realidad, Atzerrian lurra garratz no habla solo de la migración, o de la mujer, o de la integración en la sociedad vasca, o de la situación y pasado de Colombia, o del cuidado de los familiares, o de la creación artística, o del colonialismo. En realidad se refiere a todo ello y a más cuestiones, ya que ninguna vida es unidimensional. Así lo podrán comprobar quienes mañana, en el marco de la cuadragésimo sexta edición del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz, acudan hasta el Principal, donde él y Laura Penagos -actriz e inspiradora del proyecto- estarán esperando al público desde las 19.30 horas. Todavía quedan entradas disponibles.

Huts Teatro y Artedrama proponen un montaje dirigido por Amancay Gaztañaga que empezó a gestarse hace ya dos años y medio. Penagos y Lipus se conocieron en la Escuela Navarra de Teatro. La actriz compartió con el actor parte de su vida hasta acabar en Euskal Herria. “Fue muy enriquecedor” y la chispa necesaria para construir un relato que, en realidad, acontece durante una noche, cuando la protagonista recibe una llamada que le comunica que su madre, al otro lado del Atlántico, ha fallecido. “Escuchar a Laura fue escuchar un relato sobre identidad, integración, sobre el hecho de ser mujer allí y aquí, sobre Colombia” y muchas otras cuestiones que, al final, han terminado formando parte del “pil pil” de la producción estrenada el pasado invierno.

“Lo que buscamos es hacer una invitación al público para pensar”, señala Penagos, que asume que en la obra “no hay ninguna respuesta, ni una, pero si muchas, muchísimas preguntas” que hacerse, aunque sea incómodo. “Es la función que debe tener el teatro”. Pasa así en un montaje que se asienta aquí pero sin perder de vista el origen colombiano de la protagonista. Todo lo contrario. “Es un país con muchas cargas y heridas, y eso es algo que tenía que estar presente en el texto”, remarca Lipus. También esa idea de que “los españoles fueron y nos descubrieron, que parece que hasta que llegaron, no existíamos”, ironiza la actriz.

Ambos se encargan de dar vida a diferentes personajes a lo largo de esta noche en la que transcurre la historia, un juego en el que el vestuario tiene un papel especial. Desde ahí y con diferentes recursos escénicos se va construyendo una mirada a la situación de tantas y tantas mujeres migrantes, ya tengan que ver las situaciones con la integración en un lugar o con el cuidado de las personas dependientes, por citar dos ejemplos que se tratan a lo largo de la producción.

Con esta obra, además, el certamen pone en marcha el abono de teatro en euskera para adultos. En lo que se refiere a las entradas, se encuentran disponibles por 15 euros cada una.