- "Va a ser el único concierto de Álava este verano y tenemos muchas ganas de dejar a la gente con el mejor sabor de boca posible". Iñigo Etxezarreta lo tiene claro. En Tol Sarmiento cierra en casa el ciclo de Aukera Berriak. Lo hace este viernes 6 en un Iradier Arena que abrirá sus puertas a las 19.30 horas y que todavía tiene algunas entradas disponibles.

Han actuado en diferentes escenarios de Gasteiz, también cuando se han podido celebrar las fiestas de La Blanca. Y aún así, este concierto es diferente a todos. ¿Acostumbrados ya a este tipo de directos que marca la pandemia?

-Sí. Todas las emociones, los sentimientos, todo lo que estamos pasando cada uno por dentro se está volcando en la posibilidad de ir a un escenario y hacer lo que estamos proponiendo. Y en ese contexto, la gente dice: aunque sea dentro de estas condiciones, quiero disfrutar y emocionarme lo máximo posible. Para nosotros sí que el primer concierto fue un poco duro en este sentido, pero no fue más allá. Al final, en las miradas, en los aplausos, en las reacciones notas esas ganas, esa necesidad. El año pasado tomamos la decisión de plantear algo elegante, no queríamos improvisar. Así que planteamos la gira por teatros, que era algo que nunca habíamos hecho, e intentar, en la medida de lo posible, aprovechar la situación. Decidimos cambiar el espectáculo y alejarnos un poco del mundo fiestero, y darle un toquecito de emotividad y de clase. Contratamos un pianista, unos dantzaris, preparamos un guión y algunas cosas más que nos ayudaron a plantear los conciertos de otra manera. Para estas actuaciones de verano ha habido pequeños cambios con respecto a la gira por teatros, pero el planteamiento es similar. El objetivo es que la gente se vaya con ganas de más y por todo lo alto.

Dentro de lo complicado de la situación, han podido mantener parte de la agenda, tocar también en ciudades como Madrid y afrontar una agenda con llenos en muchos sitios.

-En ese sentido no nos podemos quejar, por supuesto. El año pasado, de los 30 conciertos que teníamos ya confirmados antes de marzo, se cayeron todos menos uno, que al final fue online. Es un formato que enseguida vimos que no iba a tener mucho futuro. Teníamos claro que en este 2021 no podíamos volver a eso, sino intentar aprovechar la situación para adaptarnos y buscar nuevas puertas y oportunidades. Ese objetivo parece que lo hemos podido conseguir y estamos muy agradecidos ante la respuesta de la gente. Incluso te diría que el público se va más satisfecho que antes. Ahora, el que va a verte a un concierto, acude por y para escucharte a ti. Y ante eso, intentamos transmitir el agradecimiento que sentimos.

Seguro que es casualidad pero las dos veces que han tocado en Fueros dentro de La Blanca era 6 de agosto. Ahora tocan el mismo día, aunque la situación es bien distinta. ¿Cómo será el concierto?

-Hay conciertos en verano en los que no podemos llevar todo lo que queremos, pero en este caso estamos ante un espacio que es muy grande. No me gustaría adelantar mucho, pero sí que habrá unos cambios de escenografía y una serie de sorpresas. La de Vitoria, más allá de que va a ser el único concierto en Álava este verano, es una actuación en un lugar que nos va a permitir ciertas cosas. Queríamos hacer este concierto también porque cuando estuvimos en el Principal hace unos meses, mucha gente se quedó fuera. Es que las entradas se agotaron en 20 minutos. Intentamos hacer un segundo pase en el teatro, pero no se podía por agenda. Así que cuando apareció esta oportunidad de volver en verano a Vitoria, ni lo dudamos. Este concierto en el Iradier va a tener un punto emotivo especial. Vamos a intentar estar al nivel de lo que la gente se merece y nos da.

¿Y luego? ¿O hacer planes para la banda en esta situación de incertidumbre es imposible?

-En diciembre, aún con toda la incertidumbre que había entonces, vimos este 2021 con mucha claridad. Sabíamos que la gira que hemos hecho y el espectáculo que hemos planteado era lo que necesitábamos para poder tener oportunidades. Pero ahora mismo, con respecto a 2022, la incertidumbre que hay nos hace dudar. Es verdad que hay ideas de hacer algo nuevo y de plantear cosas novedosas, diferentes. Así que no sabemos qué fechas vamos a manejar para lo siguiente. Yo sigo componiendo, estamos haciendo temas nuevos y sabemos que en 2022 nos gustaría sacar algo, pero ya veremos qué pasa. Lo que tenemos claro es que toda vez que nos pongamos, tiene que ser para presentarlo a lo grande. Pero la incertidumbre actual pesa y nos hace dudar. Lo mejor creo que va a ser parar unos días cuando se pueda y después de verano, ver y decidir. Lo que sí te puedo asegurar es que vendrá algo nuevo, diferente, una evolución, algo hecho sin complejos y sin límites.

Ha estado en conciertos como espectador en este contexto. ¿Cómo se ven las cosas desde abajo?

-Las cosas se viven de manera diferente, es cierto. Si de verdad hay un grupo que te gusta, notas algo muy especial. A mí me paso hace unos meses en Jimmy Jazz viendo a Segismundo Toxicómano. Es un grupo que me encantaba ya desde crío. Y cuando los vi esta vez, aunque era un concierto eléctrico normal, por así decirlo, dadas las circunstancias me noté que incluso lo viví con más entusiasmo. Claro que lo mejor hubiera sido estar de pie y eso. Pero teniendo en cuenta el contexto, a mí ese concierto me llegó mucho más que otros.