El vídeo de Black horse. Y lo que le queda por delante, claro. Sin duda, una muy buena noticia para comenzar la cuenta atrás de cara a la publicación, el próximo septiembre, del próximo disco de When Evil Comes. Bueno, en realidad será el primero con este nuevo nombre, después de que los vitorianos dejaran atrás el de Minerva, con el que bautizaron su proyecto hace seis años. “Es que hasta hay una empresa de mudanzas que se llama así”, dice con una sonrisa Luisk Cruz (guitarra), que comparte camino con Mikel Silva (voz y bajo), Iker Ibáñez (guitarra), Andrés García (batería) e Igor Fernández (voz), el último en sumarse. “Hemos cambiado de nombre pero la esencia es la misma”.

Con todo, sin despegarse de los cimientos del metalcore, la próxima referencia del quinteto sí mostrará “que hay un salto con respecto a lo anterior” ahondando, por ejemplo, en las partes melódicas. “Es un disco más pensado” con el que, ante todo, hacer que el público “se emocione” a través de la decena de temas que lo conforman, canciones que se registraron el pasado agosto en la capital alavesa. El primer single es este Black horse cuyo vídeo tan buena aceptación está teniendo. En principio, está previsto que a lo largo de estos meses se compartan de la misma forma otras tres composiciones, como mínimo. “Las redes sociales y las plataformas te dan mucha visibilidad; lo estamos notando, de hecho”, más allá de que el tener que hacerse cargo de todos los aspectos de la vida del grupo suponga también “estar aprendiendo mucho sobre, por ejemplo, promoción”.

Esta aplicación práctica del hazlo tú mismo. “Más allá de los ensayos, solemos quedar para hacer tormentas de ideas y ver qué queremos y qué podemos hacer, porque tienes que ser consciente de los recursos económicos de los que dispones”. Todo tiene que sumar, desde las aptitudes de Andrés García para la realización del montaje final del vídeo hasta los contactos personales que les llevaron a poder contar con un caballo para la filmación. No hay límites, ni siquiera los que está planteando una pandemia que, como lamenta Cruz, “está haciendo que desaparezcan bandas, con lo que la escena es ahora más pequeña”. Aún así, y aunque sea consciente de que “no hacemos un estilo comercial”, When Evil Comes sabe que camina por un género con un público “muy fiel”.

De momento, eso sí, encontrarse con los espectadores en directo va a tener que esperar. “La pandemia nos ha enseñado que también hay que saber improvisar porque no sabes a corto o medio plazo por dónde van a ir las cosas, cómo van a ser los conciertos, lo que nos van a exigir. Así que lo que estamos haciendo es ir sacando temas e ir ensayando para estar preparados y en cuanto se pueda, venga. El estilo que nosotros hacemos es muy contundente y estamos acostumbrados a que la gente esté en movimiento, a que las actuaciones sean como una batalla campal. Tener a la gente sentada sería muy complicado”.

Hasta el próximo mes de septiembre, cuando se va a publicar el álbum, la banda tiene previsto lanzar, por lo menos, otros tres singles.

El grupo -que comenzó su andadura hace seis años como Minerva- grabó las diez canciones de este trabajo el pasado agosto en Vitoria.