David Bowie falleció en enero de 2016, pero su vanguardista y, al mismo tiempo, popular obra sigue viva un lustro después, como confirma una serie de conciertos en vivo de los años 90 que su familia acaba de poner en circulación bajo el nombre de Brilliant Live Adventures y que se han agotado con celeridad. Lo mismo ha hecho Radiohead, uno de los grupos de culto del pop y rock alternativo de las últimas décadas, que también está rebuscando en sus archivos en vivo y editándolos de forma semanal.
De manera sigilosa y sin ruido, tal y como vivió sus últimos años. Así murió el 5 de enero de 2016 Bowie, apenas tres días después de cumplir 69 años y de publicar el que ya será su último disco oficial, el oscuro y vanguardista Blackstar (Sony. Columbia). Un cáncer que padecía desde hace año y medio, y del que no se tenía noticias públicas, se llevó por delante a uno de los artistas más innovadores e iconoclastas de la cultura popular del último medio siglo. Músico camaleónico, actor, pintor, hombre de negocios y estilista, Bowie, alienígena del pop y el rock, y creador de clásicos como Heroes, Space oddity, Ziggy Stardust y Starman, ocupó su espacio en las estrellas a las que solía mirar y referirse en muchas de sus canciones.
Bowie regresa estos días a la actualidad un lustro después de su fallecimiento debido Brilliant Live Adventures, una serie de media docena de conciertos en directo que el cantante ofreció en la década de los años 90, una de las épocas más oscuras y desconocidas de su carrera, ya que los discos que publicó en su segunda mitad, de Outside a Hearthling y Hours, marcados por la experimentación y guiños a la electrónica y al rock industrial, no gozaron del beneplácito de la crítica, como en los años 70, ni del éxito masivo de los 80, lograda a raíz de la publicación de álbumes como Let´s dance.
Brilliant Live Adventures, que lleva el nombre de la canción Brilliant adventure, incluida en el álbum Hours, incluye seis discos de conciertos en vivo ofrecidos en la segunda mitad de los 90, en las giras correspondientes a los tres citados discos. Con el apoyo de los prestigiosos Reeves Gabrels (guitarrista) y Zack Alford (batería), entre otros músicos, Bowie ofrece en ellos temas de finales de los 90 como Outside, Hallo spaceboy, Strangers when we meet, I´m afraid of americans, Looking for satellites o The hearts filthy lesson junto a clásicos de su discografía como Under pressure, China girl, Teenage wildlife, Moonage daydream, The man who sold the world, Rebel rebel, Life on Mars? o Changes, además de versiones como O Superman, de Laurie Anderson, y White light/white heat, de Velvet Underground.
Los conciertos, cada uno con su título y registrados en lugares como París, Phoenix, Birmingham y Dallas, ofrecen un sonido más que decente pero la pega principal es que solo se pueden localizar ya, vía streaming, en plataformas digitales, ya que su escasa tirada entre 4.000 y 6.000 copias de los recitales individuales, según sean en formato vinilo o compacto ha provocado que se agotaran de manera inmediata y ahora solo se puedan comprar a altos precios y de manera pirata.
Y si Bowie tiene ya asegurado un lugar destacado en la enciclopedia de la música popular, lo mismo le sucede a Radiohead, grupo británico de culto y también popular y vendedor gracias a discos como Ok computer o Kid A. El quinteto, liderado por el compositor y vocalista Thom Yorke, acaba de anunciar la publicación de una nueva serie de espectáculos en directo que se ofrecerán desde el canal de YouTube del grupo en las semanas próximas, todos los viernes, a partir de las 22.00 horas.
El primero de estos conciertos, que incorporan sonido e imágenes, se hizo público el viernes pasado, día 9, cuenta con una duración de casi 80 minutos y ofrece una actuación de Radiohead el 16 de enero de 2008, en una tienda, en el 93ft East de Londres. Incluye temas como 15 steps, Reckoner, House of cards, Videotape, The national anthem, All I need, Nude, My iron lung y The bends.