La escritora vitoriana Eva García Sáenz de Urturi ha asegurado que se toma el 2021 como un año para disfrutar después de haber escrito siete novelas en los últimos doce años, la última de ellas, 'Aquitania', galardonada con el Premio Planeta 2020.

"No sé si un año sabático, pero sí quería darme un año de disfrute", confesó García Sáenz de Urturi, que este martes participó por videoconferencia en la Semana Literaria de Tudela para presentar su novela recientemente premiada.

En el acto celebrado en el Cine Moncayo, la escritora reconoció que la pandemia "nos ha enseñado a bajar el ritmo, a no ser productivos", así que cuando le preguntaron qué estaba haciendo ahora, no dudó en responder que "la verdad es que me estoy dedicando a vivir", aunque sigue inmersa en la promoción de su último libro.

Terminó de escribir 'Aquitania' quince días después de decretarse el estado de alarma en marzo, tras haber pasado dos años y medio documentándose y haber consultado 161 libros.

"Fue pasar de la Edad Media a la pandemia de la covid, a esta distopía, sin solución de continuidad", señaló.

La situación le obligó a realizar un confinamiento dentro del confinamiento para concluir la obra. "Llegaba con las fuerzas creativas y emocionales muy justas, tenía a mis hijos en casa y mi marido debía salir a trabajar al ser personal esencial. Me quedaban 50 páginas y tenía que mantener el tono de la novela. El 31 de marzo cuando acabé, resultó como terminar una carrera o una oposición, fue un alivio quitarme esa carga mental de aquel estudio, de esos más de 160 libros".

'Aquitania' ha obtenido el Premio Planeta 2020 y ha llegado a miles y miles de lectores de todo el mundo, es decir, ha conseguido satisfacer tanto a público como a crítica, quizá porque la autora ha sabido fundir las dos líneas que había trabajado en sus anteriores obras, la novela histórica y la intriga criminal.

La novela pone el foco en la apasionante vida de Leonor de Aquitania, una noble medieval francesa del siglo XII, que vivió más de 80 años y llegó a ser reina consorte de Francia e Inglaterra. La trama se centra en la investigación en torno al asesinato de su padre y ofrece un fresco lleno de matices de la Edad Media.

"Leonor vivió en una época muy fascinante, fue una figura única", afirmó la escritora, que destacó que no solo le interesó este personaje sino todo el plantel que había en Aquitania.

"Nos ha llegado que la Edad Media fue una época oscura y lo que encontré en la documentación eran personajes, hombres y mujeres muy cultos, una especie de avanzadilla del Renacimiento".

García Sáenz de Urturi participó en este encuentro virtual desde el rincón en Alicante en el que pergeña sus novelas y en el que guarda el Premio Planeta ganado en octubre. "Me gusta tenerlo ahí cuando escribo, es una manera de recordar todo ese esfuerzo, sobre todo los días duros, los días que no te apetece escribir, que te bloqueas", señaló.

Vivir de la literatura

La charla con sus lectores sirvió también para que desmontara el mito de que lo dejó todo para dedicarse a la literatura. "Me quedo alucinada cuando la gente lo dice. No, señores, para nada, una persona de 37 años, con dos hijos, una hipoteca y una plaza que acaba de sacar en la universidad, no deja todo por la literatura. Puede quedar muy del romanticismo, pero en la vida real no ha lugar".

En este sentido, explicó que llegó un momento en que no podía con su "triple jornada laboral", escribir una novela, trabajar en la universidad y criar dos hijos pequeños. Entonces, pensó que podría estar dos años viviendo de la literatura y pidió una excedencia en la universidad (2014).

"Después surgió el fenómeno de la Ciudad Blanca y pude vivir profesionalmente de la escritura, siempre teniendo en cuenta que tengo una plaza fija en la universidad a la que puedo volver", apuntó.

Adaptar sus novelas al cine

El primer libro de esta trilogía se llevó a la gran pantalla en 2019, si bien, a juzgar por las palabras de la escritora, el resultado no fue el esperado. "Soy muy clara, la adaptación de un libro al cine es un proceso muy desempoderador para un escritor. Te conviertes en el rostro visible de un proyecto que ya deja de ser tuyo porque los contratos en el mundo editorial están hechos de forma que el escritor no tiene veto, no tiene voz", declaró.

De ahí que cuando le preguntaron si le gustaría ver 'Aquitania' adaptada al cine fuera muy rotunda y sincera. "Ya lo he probado una vez y tengo muy claro que no lo voy a hacer", concluyó.