- Habrá alguna sorpresa aunque prefiere no anticipar muchos detalles. Reconoce, además, que está un poco nerviosa por actuar en su ciudad. En el marco del circuito Beste bat!, la gasteiztarra Kai Nakai se encuentra este viernes a partir de las 18.00 horas con el público de la sala Kubik. Reggaeton en euskera y sin complejos para disfrutar, pensar y reivindicar. No hay límites para Iratxe Aguilera y su primer disco, Baimenik gabe.

La situación está muy lejos de ser la ideal pero seguro que llega a este concierto con todas las ganas y la ilusión intactas.

-Tengo muchísimas ganas de disfrutar. Además, me va a poder ver gente de casa. Claro mi familia y mis amigos, por las restricciones, no pudieron venir a la presentación de diciembre en Durango. Así que estoy ilusionada y, a la vez, un poco nerviosa. De hecho, actuar delante de la gente que conozco creo que me pone un poco más, no sé, inquieta (risas).

¿Habrá alguna sorpresa?

-Por supuesto estarán mis bailarinas, María Roca y Ane Pérez, y Dj Anbrok. Y a partir de ahí... bueno, decir que en el disco hay algunas colaboraciones y alguien vendrá también al concierto (risas).

El disco salió en diciembre después de muchos meses de ir lanzando temas sueltos con sus respectivos vídeos, un trabajo intenso que, de cara al público, empezó en marzo, justo coincidiendo con el coronavirus. ¿Alguna vez en este tiempo ha pensado en lo distinto que hubiera sido todo este camino sin la pandemia?

-Sí, sí, lo pienso muchísimo. Más que nada que esta música se escucha mucho en un ambiente de fiesta, en los bares, por la noche y la situación que estamos viviendo, no acompaña a nada esto. Estoy convencida de que hubiera sido totalmente diferente sin el covid. Pero aún así, me he sentido muy apoyada en todo este tiempo y no tengo más que palabras de agradecimiento. La verdad es que podría haber sido peor (risas). Es lo que hay y toca esperar.

Más allá del covid, ¿cómo ha vivido la experiencia desde la concesión de la beca de la Azoka de Durango en diciembre de 2019 hasta ahora?

-Ha sido un año muy emocionante e intenso. Ha sido un proceso de aprendizaje enorme porque, como tal, soy nuevísima en este mundillo. En diciembre de 2019 yo no me imaginaba sacando un disco, por ejemplo. Conocer todo lo que hay detrás de un proyecto musical (hacer las canciones, el diseño de las portadas y de las imágenes para redes sociales, los vídeoclips, lo que supone hacer un disco físico) y ver todo el equipo que es necesario para ello ha sido una pasada. He aprendido mucho. Este primer disco es como un cohete, me sirve para despegar y ahora ir hacia delante.

Dice el título de su primer álbum 'Baimenik gabe', es decir, sin autorización. ¿Una declaración de intenciones o...?

-Es una forma de reivindicar. Muchísimas veces a las mujeres se nos cuestiona todo lo que hacemos y éste es un disco que anima a todas las mujeres a hacer lo que quieran sin permiso de nadie y a que luchen por sus sueños.

Mujer, joven, hace reggaeton y canta en euskera. Hay tanta gente a la que cualquiera de esas facetas le pone los pelos como escarpias...

-(Risas) Hay de todo. En la inmensa mayoría de los casos me he encontrado con gente que me ha apoyado. Hacer reggaeton en euskera es algo muy nuevo y es comprensible que así de primeras haya gente que se sorprenda. Pero lo cierto es que está teniendo muy buena acogida y el apoyo mayoritario lo he percibido. Eso sí, siempre hay gente, los haters, que critica sí o sí. Partiendo de los estereotipos que rodean al reggaeton, escuchas de todo. Y encima, en euskera. Parece que hay gente de la música en euskera de siempre que no puede entender lo que hacemos. Pero bueno, en este tiempo también he aprendido a pasar muchos de algunos comentarios, porque al principio sí me chocaban. Me meto que hay personas que hablan sin saber, que no comprenden todo el trabajo que hay detrás. Hay gente que piensa que el reggaeton es una música vacía, que no requiere trabajo, pero claro que lo tiene, como cualquier otra música. De todas formas, mientras yo sepa lo que estoy haciendo y cómo, estaré contenta.

En lo personal, ¿qué ha cambiado en Iratxe con esta experiencia?

-Creo que me he hecho un poco más valiente, más echada para adelante. Ahora veo que si quiero hacerlo, puedo. Poco a poco me he ido quitando miedos y he ido cogiendo confianza. En lo personal, todo esto me está haciendo mucho bien.

¿Qué planes tiene en mente para este nuevo año?

-Para empezar quiero dedicar este año a conocer a gente nueva dentro de la profesión y encontrar nuevos productores con los que trabajar. Quiero ir de aquí para allá. Incluso se rumorea que igual me voy a otro sitio que no sea Euskal Herria (risas). No me quiero meter mucha presión, sino ir poco a poco, pero sí tengo la intención de ir sacando singles ahora y estar siempre activa. Ideas no me faltan, todo lo contrario.