En esta última parte del año, Zas Kultur está desarrollando un amplio programa de actividades fundamentado en el apoyo a la creación de los artistas cercanos con la intención de responder a la situación generada por la aparición del covid-19 y “abonar” el tejido artístico. En este marco, desde octubre se ha venido desarrollando la propuesta Confecciones domésticas, que ahora vive un capítulo más dentro de su desarrollo con la inauguración hoy a partir de las 19.30 horas de la exposición colectiva que, bajo el mismo título, se va a poder visitar en el espacio de la calle Correría durante las próximas semanas. El espacio privado y el público, y el cambio de percepción que sobre ambos ha supuesto la pandemia, están en los cimientos de la idea.

La parte fundamental de esta propuesta se ha estructurado a lo largo de las últimas semanas en una serie de talleres y encuentros que han contado con la colaboración y presencia de Ángela Castro y Francisco Javier León, así como de Iñaki Larrimbe y Nerea Lekuona. Junto a ellos, las jóvenes artistas -aunque cada una ya cuenta con una trayectoria detrás- que han tomado parte en el proceso son Miren Peña, Corina Herran, Ariadna Murguialday, Alazne Payueta, Marta Barragán, Mel Arranz, Nuria Pérez-Cárcamo y Uxue Ruiz de Arkaute. Las obras que, de manera individual, se han generado a lo largo de este tiempo son las que ahora se muestran en el local del Casco Viejo.

A eso se unen piezas realizadas para la ocasión por los mencionados Larrimbe y Lekuona, sin perder de vista que las autoras también están llevando a cabo una creación conjunta, que está naciendo vía postal, reuniendo, en una carta que se están enviando unas a otras, las reflexiones sobre los procesos de creación que cada una ha realizado durante la experiencia. El último sobre, y su contenido, será el que llegue y se muestre en Zas.

En el origen de toda esta reflexión se encuentra el cambio fundamental que en la sociedad ha supuesto la aparición del covid-19 y las medidas de confinamiento. “Por primera vez hemos visto el espacio privado, siempre invisible tras las paredes de los hogares, como un lugar desde el que podemos desarrollarnos como personas, y el espacio público, otrora siempre tan visible y atrayente en todas sus dimensiones, como un lugar en el que podemos enfermar. El proyecto se fundamenta en el trabajo en colectivo, integrando procesos en los que se emplean las artes domésticas como herramienta de co-creación”, explican desde Zas, más allá de que las artistas participantes reconocen que lo mejor del camino compartido en estas semanas es que las preguntas sobre esta y otras cuestiones relacionadas no han hecho más que multiplicarse entre ellas.

Tras la inauguración de hoy, justo dentro de siete días se abrirá también la intervención que en el mismo espacio expositivo va a realizar Larrimbe. Asalto se adueñará de varias paredes del local a través del uso del papel pintado, que está decorado, por así decirlo, con una icónica imagen del teniente coronel Tejero durante el intento de golpe de Estado de 1981. Gracias al trabajo de diseño de Ibon Sáenz de Olazagoitia, la pieza se presenta como “un alegato contra la irrupción de lo político en nuestra cotidianidad”.