- Araceli Pereda, que ayer fue distinguida con el Premio Nacional de Restauración y Conservación 2020, lleva toda una vida dedicada al patrimonio cultural estatal y está convencida de que la clave para su supervivencia es enseñar a apreciarlo: "Sin dinero no se hace nada, pero sin educación tampoco". El currículum de Pereda es apabullante: ha sido directora del Centro de Información Documentación de Patrimonio, directora general de Patrimonio Cultural de Madrid, directora de la Fundación Lázaro Galdiano, ha colaborado en la redacción de dos leyes sobre patrimonio, la de Patrimonio Histórico Español de 1985 y la de Fundaciones de 1994. También es académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y recibió en 2008 la Medalla de Oro a las Bellas Artes. "He tenido una gran suerte, todos los trabajos que he tenido me han encantado", recuerda.

Cuando acabó la universidad -es licenciada en historia del arte por la Complutense-, comenzó a trabajar en los expedientes para la declaración de Patrimonio Mundial en España (1984), un inventario que ayudó a la recuperación de obras de arte. "Fue en una época en que la se robó mucho, pero también se recuperó casi todo", dice. Quizá, de todos los trabajos que ha desempeñado, destaca el de directora de la Fundación Lázaro Galdiano, donde organizó las primeras exposiciones itinerantes que permitieron divulgar y dar a conocer los importantes fondos del museo. Desde que se jubiló en 2012, participa en la Asociación Hispania Nostra, una entidad sin ánimo de lucro de la que es presidenta y que elabora la Lista Roja del Patrimonio en España. "Si algo he aprendido en estos 8 años, es que cada vez hay una mayor conciencia social sobre el patrimonio cultural -resalta-, cada día hay más interés, que eso es lo que al final salva el patrimonio". Con todo, apunta que "hay que enseñar a amar el patrimonio" para el bien de la sociedad.