- Es divertida, dicharachera y muy clara a la hora de hablar. Esta semana está contenta porque ha empezado a colaborar con Inés Ballester en Telemadrid. Es una mujer de retos y no se le caen los anillos si tiene que marcar un número de teléfono para pedir trabajo. Es madre de dos niños de corta edad y está casada con el futbolista Ezequiel Garay.

¿Qué pretende con este libro?

—Es un libro para ayudarse a uno mismo. Muchas veces uno intenta preguntar y la otra persona no se puede poner en una situación determinada, no es la suya.

¿Necesitaba ayuda?

—Totalmente. No voy a decir que estaba en el peor momento de mi vida, pero estaba pasando un momento muy feo a nivel personal y estaba fatal. Pensé: Estando tan mal ¿ cómo voy a ayudar a alguien si yo estoy tan mal?.

Y decidió escribir para Tamara Gorro, usted.

—Exacto. Le dije a la editorial que iba a ayudarme a mí misma. Cuando le entregué el texto de este libro, me dijo mi editora: Esto no se toca.

¿Qué tipo de gente cree que necesita leerse su libro?

—Cualquier tipo de persona que se quiera ayudar. No soy profesional de nada, ni quiero parecerlo€

Me desconcierta, ¿qué es usted entonces?

—Una mujer a la que le gusta la vida, que disfruta con los ratos en los que es feliz e intenta superar los malos momentos que, como todo el mundo, también los tiene. Puede ser de ayuda para un niño que va al instituto, para alguien que estudia en la universidad, para quien está indeciso con un trabajo y lo está pasando mal, para alguien que se está separando y no sabe cómo contarlo, con transmitir lo que le pasa€ Hay un punto que siempre destaco, dejar el libro como herencia.

Explíquemelo.

—Imagínate. Yo me siento mal, tengo este libro entre manos y es el momento de abrirse. Y después te digo: Te lo voy a regalar para que puedas volver a sentirte bien. ¿Qué te parece?

Bonito, ¿no? Tres libros muy seguidos: 2017, 2019 y 2020.

—Me voy a creer que soy escritora. Y no lo soy. Me encanta escribir, pero no soy escritora, si dijera que lo soy, me estaría burlando de los verdaderos escritores. Me apasiona. Desde muy pequeñita, mi madre siempre me decía: Tamara, tú te expresas mejor escribiendo. Empecé con un blog, era muy visitado, pero mi sueño era escribir un libro.

Su primer libro fue 'Ser feliz no es gratis'. ¿Ha pagado un precio alto por ser feliz?

—Sí. Creo que a todos en algún momento nos cuesta mucho ser felices. Fíjate, y seguro que te parecerá una frivolidad, pero hay veces que una no siente feliz porque no sabes qué vestido ponerte.

Una infelicidad muy estética; y sí, parece una frivolidad.

—Era un ejemplo para explicar por qué a veces nos sentimos mal por las cosas más tontas. La felicidad se basa en momentos y a veces la vida nos da momentos más duros que felices. Pero los felices son momentos más intensos y hay que saber aprovecharlos.

Su segundo libro, 'Rendirse, nunca'. ¿Práctica con el ejemplo?

—Es que no nos podemos rendir, tenemos que vivir, no nos queda otra.

Con dos criaturas pequeñas parece complicado rendirse.

—Incluso en los momentos más complicados que tengas, tienes que sonreír. Esas dos personas no deben verte llorar.

¿Qué pasa con la televisión, la ha aparcado o ha sido ella la que le ha aparcado a usted?

—Depende desde dónde me veas. He empezado esta semana en Telemadrid con Irene Ballester. La televisión son etapas. Tuve mi etapa larga con María Teresa Campos y fue cuando me puse a estudiar. He estado con Susanna Griso. Hago cositas, pero no tantas como quisiera.

¿No le llaman?

—Sí, para algunos programas. Ahora mismo no hay un proyecto que encaje conmigo o que yo encaje en él. Además, te voy a decir una cosa, soy de las personas que llamo para pedir trabajo. En la vida uno tiene que luchar por lo que quiere.

¿Y suele tener suerte?

—A veces, como todo el mundo. No entiendo lo de quedarte sentada en casa esperando. El trabajo no llama mucho a la puerta, tienes que salir tú a buscarlo. Solo a las verdaderas estrellas el trabajo va y les llama.

Ha hecho programas de todo tipo.

—Sí. Me falta hacer algo de sucesos.

¿Y le gustaría trabajar ese formato?

Es lo que quiero. Otro formato que me gusta es el de cámaras ocultas. Me gusta eso de las cosas cotidianas de las que no se habla con tanta transparencia.

Ha hecho programas que siempre suelen estar rodeados de polémica. Como ejemplo, 'Sálvame'. ¿Le gusta a usted la polémica?

—No considero que mis compañeros, los sigo considerando así, sean polémicos. Te lo digo de corazón.

¿Cómo se llaman entonces esas discusiones, esos gritos o la exhibición de una vehemencia incontrolada que se emite?

—Ellos se entregan a su programa.

Ah! Perdone, no lo había visto con ese enfoque.

—Es diferente, de verdad. Y te lo digo porque yo he estado allí dentro. Es una entrega total. Ese programa funciona, tiene un mecanismo que va dirigido a los temas del corazón. Son personas a las que les gusta saber qué sucede en la vida de los demás.

¿Cotillas?

—Ja, ja, ja€ El mundo de la información del corazón siempre ha existido y es muy lícito. Para que todo funcione en un programa tiene que haber un mecanismo y ellos se entregan contando sus cosas, aguantando otras tantas. No creo que sean polémicos, tengo amistad con alguno de los que colaboran y te digo de verdad, para nada son polémicos. Es una entrega.

Tengo que decirle que lo de la cámara oculta está en desuso y tiene problemas de tipo legal.

—Sí, ya lo sé. Cuando hay una cámara no va a haber quien cuente la verdad. Creo que si no me dan un programa así, lo haré yo. Soy una mujer que no se rinde y que si tiene una idea, la va a llevar hasta el final. Soy una mujer de retos y si no me dan el programa, lo haré yo.

¿Ha cumplido muchos de esos sueños que tenía cuando se presentó a Miss Segovia?

—Creo que todos. Me queda el tener mi propio programa, mi propio espacio duradero, no esporádico. He alcanzado la cima de lo que quería.

¿Sí? ¿Tan joven?

—Mi cima era presentar y la alcancé cuando presenté Un like para€ No quiero ser más que nadie, pero para mí, presentar era una superación. Ese programa fue empezar desde cero sin tener ni idea, pero quiero uno que dure más. Presentar durante tres años las galas de Nochevieja también fue llegar a la cima. Son sueños alcanzados, tener tres libros son tres sueños más logrados, y tener a mi familia al lado.

Veo que es una mujer satisfecha.

—Soy una mujer que está contenta con lo que ha hecho, que ha tenido momentos duros, pero también felices e intensos. Está claro que sueños por cumplir aún me quedan, si no soñamos es que no estamos vivos, no me gusta ver la vida pasar, me gusta vivirla.

¿Es compatible su profesión con su familia?

No sería feliz en caso contrario. Donde no me metería como presentadora sería en programas que hablaran de los demás. Mis hijos de tele no entienden, mi marido sí. La televisión es show.

Ha estado en 'Sálvame'.

—Sí, pero antes. Sigo siendo la misma, me tocas la espinilla y sale todo. Tengo mucho carácter, pero en la medida que puedo y delante de mis hijos, intento controlarlo. Miro mucho lo que digo y lo que hago.

Está casada con Ezequiel Garay, jugador de fútbol. ¿Ha sido difícil acomodar su vida a la de él?

—Él tiene su trabajo, yo tengo el mío y él siempre ha respetado lo que yo he hecho. A Ezequiel no le causa rechazo Telecinco, que es donde yo más he estado. Tampoco cuando he estado en Antena 3 con Susanna Griso. Él respeta mi trabajo al cien por cien, nunca he tenido ninguna discusión con mi marido por trabajo.

¿Cómo se lleva la fama? ¿No le ponen nerviosa las miradas, los cuchicheos o que le paren en la calle?

—Te lo digo de corazón, no me considero una persona famosa. No me creo nada, no soy nada. Soy una persona que me encanta ir a los establecimientos y pagar€

¿Una persona famosa que no admite regalos?

—¿Te parece raro? Ya te digo que no soy famosa y no, no me gusta que me regalen cosas por tener equis número de seguidores. Yo voy a hablar igual de un tema si lo pago, no hay problemas. Diré lo que siento, lo que me parece. Todo el mundo trabajamos por dinero. ¿Ir a un restaurante y que me inviten a comer? No. Yo lo voy a promocionar igual. Me preguntabas cómo se lleva la fama, pues depende de cómo la tome cada uno. Ojo, yo no me considero mejor que otra persona que no haga lo mismo que yo.

"Supongo que no caigo bien a todo el mundo, sería imposible. Pero me siento muy respetada "

"Nunca he tenido una discusión con Ezequial (Garay), mi marido, por temas como mi trabajo, jamás"