- El empoderamiento de la mujer es un elemento clave de la película Rompiendo las normas (Misbehaviour). La cinta, que se estrena hoy directamente en plataformas de streaming, ensalza la causa feminista y mueve a la reflexión sobre los temas pendientes en la lucha por la igualdad. Así lo explica en una entrevista con Efe su directora, Philippa Lowthorpe, que toma como gancho un hecho real: la victoria, por primera vez, de una mujer negra, Jennifer Hosten, en el certamen de Miss Mundo en 1970.
El controvertido concurso de belleza se celebró en el majestuoso Royal Albert Hall de Londres y era el programa televisivo más visto de esa época, con más de 22 millones de espectadores en el Reino Unido y 100 millones por todo el globo. Lowthorpe recrea en la pantalla cómo en plena emisión en directo de ese concurso, el llamado Movimiento de Liberación de Mujeres, liderado por la activista Sally Alexander (a quien encarna Keira Knightley) boicotea su retransmisión, al considerarlo degradante tanto para sus participantes como para todas las mujeres. Al reanudarse y anunciarse el nombre de la ganadora, ésta no era la candidata favorita, la concursante sueca, sino la aspirante de la isla caribeña de Grenada, Jennifer Hosten que, con 23 años, se convirtió en la primera mujer negra en alzarse con la corona de Miss Mundo y que está interpretada por Gugu Mbatha-Raw.
Uno de los ingredientes que hace que este filme resulte atractivo es la contraposición que establece acerca de dos percepciones diametralmente opuestas sobre un mismo hecho. Por un lado, la visión de la nueva Miss Mundo, que ve en su participación en el certamen y en su premio una oportunidad de oro para dignificar a la mujer negra. Y, por contra, la del movimiento feminista, que lo contempla como otra manera infame de fomentar el machismo y sexismo en los medios.
A Lowthorpe le pareció "muy, muy interesante" que ese evento actuara como "conductor de una protesta política, del movimiento contra el apartheid y del movimiento de liberación de las mujeres, todos protestando en la competición de Miss Mundo". Pero al mismo tiempo, "celebra la primera mujer negra que ganó Miss Mundo, un logro sorprendente", según recuerda la cineasta. "Es una película muy divertida, elegante, sexy y provocadora pero envía un mensaje subyacente que cuenta lo que hizo el movimiento de liberación de las mujeres: lucharon por nosotras y es genial poder agradecérselo y honrar lo que hicieron", señala la directora. La misión, además, no concluye ahí. Lowthorpe confía en que su trabajo actúe como un interruptor para la reflexión: "Tenemos que pensar qué más nos queda pendiente. Qué podemos hacer ahora por los derechos de las mujeres e inspirar a las jóvenes", observa.
Para recrear esas historias interrelacionadas, la de Hosten, la de Alexander y la de tantas otras activistas, la directora contó con la "inteligencia" de la británica Keira Knightley, la "serenidad" de Gugu y el "ingenio y fuerza" que desprende Jessie Buckley. Su entusiasmo es compartido por Mbatha-Raw, que da vida en la pantalla a la Miss Mundo vencedora. En ese guión, la actriz halló un "mensaje de mujeres que se unen mientras luchan por sus derechos, con cada una trazando un camino diferente hacia la libertad", según explicó la intérprete. Para poder meterse en la piel de su personaje, la actriz contactó con la propia Hosten -que hoy tiene 72 años- y ambas acordaron reunirse en Grenada. "Es una historia maravillosa contada desde las perspectivas de muchas mujeres. No es solo una película sobre Jennifer Hosten", valora Gugu. En el polémico y accidentado certamen, todas esas mujeres representadas en la cinta "reconocen el poder de tener una plataforma y escogen utilizarla para lanzar su mensaje".
"Antes de internet, antes de las redes sociales, todas esas mujeres utilizan la competición: las del movimiento de liberación para boicotearlo y emplearlo como escaparate mediático y las concursantes para, potencialmente, abrirse muchas puertas y acceder a oportunidades para el resto de sus vidas", concluye la actriz.
Además de ser la líder feminista en esta producción, la actriz británica será la protagonista de la próxima serie del catálogo televisivo de Apple con una ficción que adaptará la novela The Essex Serpent, escrita por Sarah Perry y ganadora del Libro del Año en los Premios Británicos del Libro de 2016.
Knightley dará vida en la pequeña pantalla a una mujer que acaba de quedar viuda y, tras un matrimonio abusivo, decide abandonar Londres para mudarse a un pueblo del condado de Essex, intrigada por el regreso de una criatura mítica a la zona. El argumento adaptará la trama de la novela, calificada por la prensa literaria como género gótico y ficción histórica. La producción, bajo supervisión británica, forma parte de la expansión internacional que Apple está llevando a cabo en su apuesta audiovisual, con más ficciones rodadas fuera de EEUU. como Echo 3, en Colombia y Venezuela; Pachinko, en Japón; y Shantaram en Australia e India.
Knightley se sumará a un catálogo que concentra cada vez a más rostros populares de la televisión como Jennifer Aniston, Oprah Winfrey y Reese Witherspoon. De hecho Witherspoon, protagonista junto a Jennifer Aniston de la serie estrella de Apple, The Morning Show, producirá para la compañía de la manzana un concurso de talentos musicales en Estados Unidos que buscará a una nueva estrella del género country. En su primer año desde que la empresa fabricante del iPhone decidió estrenar contenidos televisivos, la compañía ha logrado desembarcar en los galardones más importantes de la pequeña pantalla con un total de 18 nominaciones, aunque lejos de las 160 del competidor estrella en la era actual, Netflix. Y a nivel cinéfilo, Martin Scorsese, tras triunfar con la monumental El irlandés (2019) para Netflix, ha firmado un acuerdo global para producir y dirigir diferentes series o películas para la plataforma de la empresa tecnológica.