- Es parte de la vida. Más tarde o más temprano, todo tiene un final. Hace ya unos años, el escritor y profesor de la Facultad de Educación y Deporte de la UPV Txabi Arnal afrontó la presencia de la muerte en la literatura infantil a través de una tesis doctoral que hoy sigue siendo un análisis de referencia. Pero él mismo reconoce que todavía tenía una deuda pendiente a la hora de afrontar esta cuestión desde el ámbito de la creación literaria, un paso que ahora da, junto al ilustrador Julio Antonio Blasco, Sr. López, con la publicación de Huesos, que justo este verano está viendo la luz tanto en castellano como en euskera (Argalas) y catalán (Ossos).

La muerte, la pérdida, y el consiguiente duelo se sitúan así en primer plano a través de un álbum ilustrado que puede ser “duro pero que no deja de ser amable y esperanzador de alguna manera”. El proyecto llevaba rondando a los dos autores desde hacía unos años, pero, tras dos tentativas anteriores, no fue hasta el pasado otoño cuando se dio el paso definitivo. En un encuentro literario llevado a cabo en Alicante, Arnal coincidió con dos personas de la editorial Fun Readers, que mostraron su interés por llevar a cabo la idea de Huesos. “No puedo estar más que agradecido al trato que nos han dado en todo momento”, apunta el escritor, que señala otro hecho, otra marcha definitiva, que hace de este libro algo muy especial: “le hemos dado mil vueltas también porque se lo hemos querido dedicar a Javier Undiano, que era la pareja de Julio y amigo mío. La verdad es que en esta obra hay mucha implicación emocional, tanto Julio como yo nos hemos vaciado”.

En principio, el trabajo tenía que haber visto la luz antes, pero la aparición del covid-19 retrasó los planes. “Igual el verano no es el mejor momento para publicar, pero en la editorial pensaron que son tiempos excepcionales y hay que tomar decisiones excepcionales. Si se abren las librerías, estemos en las librerías”. Dicho y hecho, más allá de que la pandemia también marca. “Para nada es una obra hecha ad hoc para este momento, aunque es un contexto de duelo, no solo por la gente que está muriendo sino porque estamos perdiendo muchas cosas, también nuestra libertad. Cada uno, en su medida, está realizando un duelo. Hay mucho estrés, mucha ansiedad. Estamos perdiendo nuestra manera de vivir”.

Consciente de que la temática puede generar algún prejuicio entre los adultos, Arnal remarca que “siempre defiendo el todos los públicos, pero creo que en este caso es más que evidente que es una obra para todos los públicos. Tengo amigos que se han emocionado al leerlo. Lo último que tienes que hacer es leer a tu hijo o a tu sobrina o... un libro que a ti no te guste. Y si te gusta, pierde el miedo, también a las preguntas que pueden venir después. Es evidente que el tema del duelo o de la muerte es incómodo pero es que ya va siendo hora de que hablemos abierta y sinceramente de estas cuestiones, de que seamos francos con este tema, de no mentir sin perder la amabilidad”.

Quienes se asomen a las páginas de Huesos, a una persona protagonista de la que se dan muy pocos detalles -“no digo si es niño o niña, lo que es otro de los juegos conscientes de la obra”- y a una pulga, que se queda huérfana. “Ese juego, esa amistad, ese compartir sentimientos es lo interesante. Hablar del perro les ayuda a superar el duelo”. Todo ello relatado con sus palabras y con las ilustraciones de Blasco, con el que “siempre es fácil trabajar. De hecho, en otoño tendremos otro retoño. Nos tenemos muy calados, utilizamos los mismos códigos. Son ya tantos los años que no es necesario darnos demasiadas pautas. Existe entre los dos una confianza plena en lo que va a hacer el otro”, describe Arnal, que apunta que le encantaría poder hacer entre ambos algunas presentaciones cuando las circunstancias lo permitan.

“Ya va siendo hora de que hablemos abierta y sinceramente de temas como la muerte y el duelo”

“Igual el verano no es el mejor momento para publicar, pero son tiempos excepcionales”

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