- Netflix ha anunciado el inicio de rodaje de la quinta y última parte de La casa de papel, el esperado desenlace del atraco. Mañana se pondrá en marcha el rodaje en Dinamarca. España y Portugal serán también localizaciones de la serie, una producción internacional que forma parte del ADN de la franquicia. El regreso de la serie de habla no inglesa más vista de la plataforma contará con los miembros de la banda y sus antagonistas: Úrsula Corberó (Tokio), Álvaro Morte (El Profesor), Itziar Ituño (Lisboa), Pedro Alonso (Berlín), Miguel Herrán (Río), Jaime Lorente (Denver), Esther Acebo (Estocolmo), Enrique Arce (Arturo), Darko Peric (Helsinki), Hovik Keuchkerian (Bogotá), Luka Peros (Marsella), Belén Cuesta (Manila), Fernando Cayo (Coronel Tamayo), Rodrigo de la Serna (Palermo), Najwa Nimri (Inspectora Sierra) y José Manuel Poga (Gandía), entre otros. Miguel Ángel Silvestre y Patrick Criado se confirman como incorporaciones al reparto coral.
La nueva temporada de la ficción creada por Álex Pina y producida por Vancouver Media para Netflix constará de diez capítulos de una hora. En palabras de Álex Pina, "hemos dedicado casi un año a pensar cómo destrozar a la banda. Cómo poner contra las cuerdas al Profesor. Cómo llegar a situaciones irreversibles para muchos personajes. El resultado es la quinta temporada de La casa de papel. La guerra alcanza sus cotas más extremas y salvajes, pero es también la temporada más épica y emocionante".
La casa de papel, la serie que definitivamente ha marcado un antes y un después en la ficción española, se ha convertido en un elixir de vida para muchos que, sin duda, desearían que fuera eterno. Sin embargo, el peligro de estirar una trama sobre un atraco más de lo debido puede llevar a convertir un elixir de vida en un veneno letal producto del desgaste. Dar el paso de extender una trama que estaba satisfactoriamente cerrada al final de la segunda temporada fue algo muy arriesgado pero acertado, por lo menos durante una temporada más.
Curtido en el periodismo, Javier Gómez Santander aterrizó de manera fortuita en el equipo de guión de esta ficción española convertida en símbolo de rebeldía y lucha social que ha encandilado a una audiencia planetaria. "Con una mirada más latina y emocional, hemos conectado con audiencias periféricas que miran el mundo desde posiciones similares a las nuestras", apuntó. Según Santander, plataformas como Netflix han roto con el monopolio anglosajón de la creación audiovisual, lo que ha permitido descubrir que las emociones que transmite una serie española no sólo conectan con Latinoamérica, sino también con Filipinas, Turquía o Líbano.
La casa de papel es hija de la debacle financiera de 2008, que dejó un mundo traumatizado con la crisis de liquidez" -apunta el guionista-, por lo que una trama basada en una banda de atracadores que imprime su propio dinero con caretas de Dalí y que canta Bella Ciao -himno de la resistencia partisana-, enganchó a la audiencia. La serie es la ficción de habla no inglesa más vista en Netflix y su cuarta temporada, que se estrenó el 3 de abril con medio planeta confinado, ha sido vista por más de 65 millones de espectadores. Para Santander la clave del éxito de cualquier creación -periodística, literaria o audiovisual- es que sea capaz de emocionar y ese fue el mismo argumento con el que Alex Pina, creador y productor de La casa de papel, le convenció para que prestara su pluma al proyecto. "Yo iba a renunciar educadamente a la propuesta porque no me veía escribiendo guiones, aunque a medida que Pina me contaba el atraco me iba seduciendo. Cuando me dijo que él se dedicaba a generar emociones me convenció", explicó Santander.
La casa de papel se estrenó en mayo de 2017 en Antena 3 con 4 millones de espectadores, pero pronto cayó a 2 millones, lo que precipitó su final. Cuando era "un proyecto muerto" Netflix lo compró, lo subió a la plataforma en enero de 2018 y en un mes ya era un fenómeno mundial: "En Arabia Saudí una grada entera en un estadio de fútbol llevaba las caretas de Dalí y en el carnaval de Río el traje de la banda de atracadores fue el disfraz más vendido". Ante el éxito apabullante de las dos primeras temporadas -el atraco a la Fábrica de Moneda y Timbre-, Netflix propuso al equipo de la serie revivir esa historia que ya tenía fin.