El ganador de Eurovisión participó en el Jazzaldia, por primera vez, en 2018. "Si hace tres años alguien hubiese dicho que al Festival de Jazz de Donostia iba a venir un ganador de Eurovisión, le hubiésemos llamado borracho", afirmó el luso durante su concierto en la plaza de la Trinidad, un espectáculo en el que fue muy vitoreado y en el que mezcló varios idiomas, incluyendo el euskera, con el Txoria txori de Artze y Laboa. La borrachera y también la resaca han debido pasar y Sobral volverá mañana a Donostia para ofrecer otro espectáculo, en este caso, en el Kursaal. El cantante llega a Donostia con un nuevo proyecto, Alma Nuestra, una banda con sabor cubano en la que le acompañan Víctor Zamora al piano, Nelson Cascais al contrabajo y André Sousa Machado en la batería. El cuarteto presentará un trabajo que comparte nombre con el conjunto y que parte de la afición de los cuatro por el bolero, un género al que Sobral llegó gracias a Caetano Veloso.
No queda otra que hacerle la misma pregunta a todos los artistas. ¿Cómo ha vivido el confinamiento? ¿Ha sido un periodo creativamente provechoso?
-Pasé dos meses en el sur de Portugal cerca de la playa y después fui para Lisboa. Estuve leyendo, viendo películas y componiendo para mi próximo disco a solo.
Perteneciendo a un colectivo de riesgo, ¿ha sido estresante?
-Me costó un poco emocionalmente; tenía muchos conciertos programados para estos meses. Por ejemplo, teníamos una gira por Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo; iba a ir a Italia a cantar por primera vez en un par de conciertos y también a Brasil. Eso fue duro pero, bueno, la vida ya me contrarió en otras ocasiones; el ser humano se adapta a todo -Sobral fue sometido a un transplante de corazón en 2018-.
En el tiempo de confinamiento usted también fue uno de los artistas que ofrecieron conciertos por redes sociales. ¿Cree que es una dinámica que ha llegado para quedarse?
-Hacer conciertos online fue un intento fallido de encontrar la adrenalina del escenario. Tuvo cosas bonitas pero a la vez fue bastante frustrante. Nada puede sustituir la experiencia de un concierto presencial.
Se lo pregunto porque durante el confinamiento muchos artistas han 'regalado' sus obras y quizá se haya asentado la idea de que la cultura no tiene coste.
-Ofrecí un concierto online con mi hermana para recaudar dinero para nuestros equipos y felizmente todo el mundo participó y recaudamos bastante dinero.
Acaba de publicar 'Alma nuestra', que es también el nombre de la banda con la que gira. ¿Qué le atrae de los boleros?
-Los boleros tienen armonías y melodías muy ricas inspiradas en el jazz pero las letras son mucho más humanas, más viscerales. También más teatrales y dramatizadas y eso me encanta.
¿Fue gracias a Caetano Veloso que se introdujo en el bolero?
-Sí, cuando escuche por primera vez el Ay amor.
Precisamente, fue un tema que ya interpretó en su última visita al Jazzaldia. ¿Qué sintió cuando escuchó por primera vez este tema?
-Fue de esos momentos que me cambiaron la vida...
¿Cómo definiría este bolero? ¿Qué significa para usted?
-Es un bolero del alma, desgarrado.
Volviendo a la banda Alma Nuestra. Hace años que conoció al pianista cubano Víctor Zamora, que es uno de los pilares de este Alma Nuestra. ¿Qué objetivo tienen con este proyecto?
-Es un proyecto donde versionamos boleros con toques jazz y nos divertimos y nos la pasamos bien. El objetivo es tocar y tocar; ese siempre es el objetivo.
¿Cómo seleccionaron las canciones del disco?
-Elegimos las canciones basándonos en dos criterios: por un lado, queríamos hacer canciones muy conocidas y ya bastante versionadas como "Tú, mi delirio" y darles una vuelta tan grande que fuera distinta de todo lo que había, que quedara reconocible solo por la melodía y letra. Por otro lado elegir canciones muy poco conocidas y hacer una versión distinta para darlas a conocer.
Actuará en el Jazzaldia, pero el día 21 lo hizo en Sevilla. ¿Nervioso por volver a los escenarios?
-Ya hice un par de conciertos en Portugal, pero me muero de ganas de volver a la carretera. Nervioso no estoy. Solo me pone nervioso lo que no controlo y esta música ya la ensayamos mucho con la banda: la controlamos.
¿Repasará únicamente este disco o habrá lugar para más?
-Habrá lugar a más boleros que venimos ensayando y que no están en el disco.
En su última participación en el Jazzaldia, en 2018, se lanzó a cantar 'Txoria txori' en los bises. ¿El público donostiarra puede esperar un nuevo guiño con alguna canción euskera?
-Cuando toco con mi proyecto siempre me gusta hacer una canción del sitio en el que actuamos, pero con la banda Alma Nuestra no tiene sentido porque es una banda que solo toca música hispano-americana.
Le gusta mucho acercarse a otras músicas e idiomas, ¿verdad?
-Sí, ¡porque me encanta la gente!
"Los boleros tienen armonías y melodías muy ricas inspiradas en el jazz pero las letras son mucho más humanas"
"Hacer conciertos 'online' durante el confinamiento fue un intento fallido de encontrar la adrenalina del escenario"
"Las cancelaciones de mis conciertos han sido duras, pero bueno, la vida ya me contrarió en otras ocasiones"