- Dos meses después de verse obligada a parar su actividad, la Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) regresa al trabajo. Es la primera orquesta del Estado que lo hace y una de las pocas de Europa que vuelve a reunirse estos días en el escenario, en este caso para llegar al público a través de la televisión. Su último concierto lo ofreció en Estambul el pasado 9 de marzo, “con éxito aunque no sin adversidades”, unos días antes de la declaración del estado de alarma, a la que siguió la cancelación, entre otros, de los 25 conciertos programados para finalizar la temporada de abono, entre otras citas.
Antes de retomar en otoño un etapa adaptada a las circunstancias impuestas por la pandemia del covid-19, la OSE ha iniciado los ensayos de una “minitemporada” de ocho conciertos que ETB emitirá los sábados a partir del 30 de mayo con el título ¡Euskadiko Orkestra en marcha!. “En este momento, todos vemos muy claro lo importante que es la labor de los médicos y sanitarios. La de los músicos no se ve cuando se habla de servicios esenciales, pero es crucial porque las personas necesitan alimentar el alma. Y como vemos que hay hambre de música, vamos a ofrecer un banquete”, dijo ayer el director titular de la OSE, Robert Treviño.
Ayer, en el auditorio de su sede de San Sebastián, sonaba la Sinfonía número 1 de Mendelssohn como parte del cuarto ensayo que lleva a cabo la orquesta con una formación reducida casi a la mitad para poder cumplir con las medidas sanitarias y de seguridad necesarias. Nadie accede al edificio si después de que le tomen la temperatura, ésta supera los 37,3 grados. Los músicos deben además asumir una nueva disposición sobre el escenario, con una separación de dos metros y protegidos por paneles curvos de metacrilato. El director general de la OSE, Oriol Roch, dijo que se ha llevado a cabo una “profunda planificación” y se han aplicado “multitud de medidas”. “Esto ha hecho que la seguridad se perciba y que todos los trabajadores estén tranquilos”.
Los músicos no utilizarán mascarilla sobre el escenario, precisó, ya que según las informaciones que han recibido de otras orquestas de Europa y los estudios propios de prevención, con las pantallas y la distancia de dos metros “no hay riesgo de contagio”.