- Fue en noviembre de 2013, dentro del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz. Con el Principal lleno, Paraíso estrenó Pulgarcito, un acercamiento al clásico de Perrault para, aún contándolo, ofrecer una visión actualizada y contemporánea bajo la dirección de Iñaki Rikarte. "La verdad es que tuvo unos comienzos un tanto titubeantes pero ha sido uno de los espectáculos que más alegrías nos ha dado", relata el actor y director artístico de la compañía Tomás Fernández Alonso.

No hay duda de que en esas buenas sensaciones tiene un peso específico lo que el grupo de Abetxuko ha vivido gracias a Pollicino, la versión que en italiano han protagonizado Fernández Alonso y Ramón Monje. Todo comenzó en la localidad mallorquina de Vilafranca, en un festival que atrae a profesionales de distintos puntos de Europa. Allí, a los alaveses les vio Tonio De Nitto, responsable, entre otras facetas profesionales, del Kids Festival que se lleva a cabo en la ciudad de Lecce, conocida como la Florencia del Sur. "Le gustó el espectáculo y nos habló de organizar unas funciones allí. De repente alguien dijo: podíamos hacerlo en italiano, total está cerca del castellano. Pues venga. A él le pareció formidable y se encargó de la traducción. Pero cuando llegó el texto y empezamos a leerlo, se nos quedó la boca abierta. Era un campo de minas. Estábamos en aquel momento en Bélgica terminando el montaje que habíamos estado haciendo allí y en el aeropuerto nos tenías que ver intentando aprender alguna frase". De hecho, el primer impulso fue echarse para atrás. Sin embargo, "poco a poco, según íbamos aprendido más, todo era más fácil" describe el intérprete, que reconoce con una sonrisa que "fuimos un poco demasiado atrevidos".

Tanto De Nitto como una persona que la compañía contrató en Vitoria ayudaron a trabajar en la corrección fonética. Con esa preparación previa llegaron las citas en Lecce. "Salir a escena a defender el texto fue como saltar de un avión en paracaídas. Acabamos la primera función hechos un trapo, siendo conscientes de que habíamos cometido fallos, aunque la gente rió mucho. El público fue, en todo momento, muy gentil". Después de esos primeros pasos, eso sí, todo fue rodado. Tanto que el año pasado, la compañía se hizo, en el marco del Festival Segnali de Milán, con el Premio Eolo al mejor espectáculo extranjero. Eso sin perder de vista las giras realizadas, con un total de 37 funciones del norte al sur del país transalpino, un camino que justo terminó el pasado mes de febrero.

Antes de cada función, los dos intérpretes siguieron la misma rutina, intentando hablar con el personal del teatro al que llegaban para hacerse con las expresiones y giros locales. Eso sí, en una ocasión sus esfuerzos no sirvieron para mucho. Actuaban ante gente de la universidad y aunque ellos empezaron en italiano, al parecer el público quería ver la obra "en spagnolo", así que hubo que cambiar de idioma con la obra ya iniciada. Más allá de la anécdota, la mayor parte de las representaciones fueron para el público familiar, aunque el intérprete señala que allí "el teatro para niños es muy transversal y siempre hay muchos adultos".

Además, con los espectadores siempre hubo una relación estrecha puesto que en casi todas las funciones había encuentros posteriores, alguno de ellos incluso con acompañamiento gastronómico. "Cuidan mucho estas cosas ya que ayudan a crear público y permiten que la gente verbalice los sentimientos que le ha producido la escena", apunta Fernández Alonso, al tiempo que subraya el hecho de que en los que teatros que visitaron se encontraron con "una experiencia muy enriquecedora", como fue conocer cómo funcionan unas infraestructuras escénicas que en casi todos los casos están gestionadas por equipos artísticos en forma de compañías. "Aquí tenemos muchos artistas pero no estructuras que los contengan; o si las poseemos, tienen muy poco músculo económico y administrativo".

Tras vivir las experiencia, de todas formas, puede que la relación con el país siga dando frutos. "Nos han propuesto crear algo desde cero allí. Pero es que andamos muy liados" sin descartar que la última producción de la compañía, Úniko, pueda seguir el mismo camino que Pulgarcito. Todo se verá.

"Salir a escena a defender el texto en italiano ha sido como saltar de un avión en paracaídas"

"Nos han propuesto crear algo desde cero allí. Pero es que andamos muy liados"

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