- Las nuevas tecnologías se están convirtiendo en estas últimas semanas de encierro domiciliario en el método al que están recurriendo artistas de todos los ámbitos para seguir haciendo llegar su obra al gran público. Sin embargo, en el taller museo Santxotena de Artziniega -el único en Euskadi en el que el visitante puede obtener explicaciones de cada obra de voz de su creador- le han dado una vuelta de tuerca al concepto de abierto en redes, adaptando a formato digital su oferta presencial, talleres infantiles inclusive.
“Antes de la crisis sanitaria nosotros ya teníamos todo el mes de marzo cerrado a visitas por cambio de exposición (aún andamos retirando la muestra de belenes del mundo), pero cuando se decretó el Estado de Alarma y el cierre temporal se tornó en obligación empezamos a pensar en cómo mantener vivos nuestros museos y se nos ocurrió enseñar a nuestros miles de seguidores en redes vídeos de las últimas creaciones que esperan en el taller a salir a la luz. Eso fue el sábado 21 y, la verdad es que no esperábamos la repercusión que ha tenido ni de lejos, así que hemos decidido aplicar el mismo sistema a varias de nuestras actividades”, explica la directora, Teresa Lafragua.
De hecho, mañana su página de la red social Facebook se convertirá en un aula taller en la que el escultor, navarro de nacimiento y alavés de adopción, Xabier Santxotena, dará nociones básicas de elaboración de bocetos, que pueden llegar a convertirse o no en proyectos escultóricos, dirigidas al público infantil. “Es algo que ya venimos ofertando de forma presencial en el museo de Artziniega cuando nos visitan grupos escolares o similar, para enseñar el primer paso de toda escultura: convertir la idea en algo tangible”, explican, en relación a un proceso que también cuenta con su correspondiente espacio en la zona del museo denominada laboratorio de volumen y forma.
Los citados talleres in situ los realizan con poliespan, barro o incluso papel, “pero los niños y niñas que nos sigan mañana pueden hacerlo con cualquier cosa que tengan en casa como plastilina”, apuntan para que estén preparados para la clase magistral, que llevarán a cabo mediante la grabación de vídeos cortos que luego subirán a la citada red.
Otra de las actividades que tienen previstas es la grabación en directo de la elaboración de un boceto en barro para otras de las futuras esculturas del museo: “mis amatxis, Teresa Santxotena y Guadalupe Jaurena, que se convertirán en las cabezas once y doce de la serie dedicada a las promujeres del país”, adelanta el propio escultor. Y es que “mucha gente que nos visita, cuando ve trabajar a Xabier en el taller, se sorprende cuando se le explica que cada escultura parte -como explicábamos antes- de un boceto previo, y que no se van colocando maderitas al tuntún. Y eso es lo que vamos a mostrar en un vídeo, la creación de un boceto en barro”, aporta Lafragua, que reconoce que tampoco se han librado del desmoronamiento de las rutinas que ha traído para todos la pandemia. No obstante, “lo hemos arreglado viniéndonos a vivir a las instalaciones del taller-museo, mientras dure esto, y así podemos mantener la actividad creativa de puertas para dentro sin movernos de casa”, matizan.
Asimismo, continuarán con sus vídeos explicativos en torno al fondo escultórico del propio museo de Artziniega, como ya han hecho con las cabezas dedicadas a la líder del mundo obrero, sindicalista y feminista, Dolores Ibarruri La Pasionaria, o a la militar, monja y escritora del Siglo de Oro español, Catalina Erauso La Monja Alférez; así como con las piezas, terminadas o no, aún en taller. En este caso se encuentra Gaueko, “el genio de la noche, vigilante y justiciero ante la mentira, la ira y el engaño, ya terminada y que irá al área de mitología euskaldun del parque escultórico de Bozate en el navarro Valle del Baztan, de donde procedo como buen agote”, explica Santxotena; el mural Congo, “casi acabado y destinado a engrosar la familia de esculturas de denuncia a la guerra del museo de Artziniega. Un total de 17 piezas, a las que les seguirá Yemen, y la cabeza de Elvira Zipitria, “aún a medias” y que también se quedará en Artziniega dentro de la ya citada familia de promujeres del país, “porque hablamos de la primera andereño. Una mujer defenestrada por los nacionales porque, tras la Guerra Civil en Donostia, impartió clases de euskera en su casa, y bien se merece este homenaje”, aclara Santxotena. Ella será la décima de una serie a la que, en un futuro próximo, se unirán las también nombradas amatxis de cuyo nacimiento se podrá ser testigo a tan solo un golpe de click.