Vitoria - Con una importante presencia de producciones alavesas, la trigésimo sexta edición de la Semana de Cine Vasco ya cuenta los días para encontrarse con el público entre los próximos 24 y 29, jornadas en las que no solo repasar y volver a compartir algunos de los mejores trabajos tanto en el corto como en el largo, sino también para asistir al estreno de la primera película colectiva realizada con Gasteiz como nexo de unión. De hecho, será Begirada el título que sirva para clausurar esta veterana propuesta de la Fundación Vital, que hoy mismo pone a la venta sus abonos y entradas.
En concreto, el pase general para todo el certamen -que se celebrará en Dendaraba, se va a poder retirar por 12 euros, mientras los tickets para cada sesión cuestan 3 euros cada uno. Se pueden adquirir a través de www.fundacionvital.eus, en la Casa del Cordón y, en lo que se refiere a las entradas sueltas, una hora antes de cada proyección. En este sentido, el ciclo tiene una novedad importante esta vez puesto que las sesiones van a arrancar antes que otras veces, a las 19.30 horas, para favorecer que el público se quede a las charlas posteriores.
Cada día se repetirá el mismo esquema, primero con el visionado de un corto y después del largometraje correspondiente. En manos del publico estarán los premios de la Semana, que, como es habitual, también reconocerá a una persona del sector en Álava con el galardón Uno de los Nuestros, que se conocerá el día de la clausura. Así el lunes 24 se podrá ver Un coche cualquiera, de David P. Sañudo, que se encuentra ahora en el periodo de postproducción de su primera película, Ane. Después será el turno de Vitoria, 3 de marzo, de Víctor Cabaco. "Aunque estamos en otros proyectos, el filme está siguiendo su curso. En breve se estrenará en ETB y el año que viene, en torno al 3 de marzo, en TVE. Además, ahora queremos que siga haciendo su recorrido por festivales internacionales", apunta Pako Ruiz, de la alavesa Sonora Estudios, productora de la cinta.
El martes se seguirá camino con Pizza, de los vitorianos Iñaki Rikarte y Aitor de Kintana, para dar el relevo a Ventajas de viajar en tren, largo de Aritz Moreno nominado en cuatro categorías de los Goya. En la jornada siguiente, los espectadores verán Amargo era el postre, de Diego H. Kataryniuk, y Soinujolearen semea, de Fernando Bernués.
En lo que respecta al jueves, todas las miradas se centrarán en Kepa Sojo, que, como él mismo anuncia, se encuentra ya trabajando en un tercer largometraje de comedia "aunque no puedo dar más detalles". Por de pronto, en el certamen se proyectarán Khuruf, que se quedó a un paso de la nominación a los Goya, y La pequeña Suiza, que en estos momentos está disponible en Netflix.
El día 28 también tendrá nombres propios. Se iniciará la cita con Mateoren ama, de Aitor Arregi y José Mari Goenaga, para seguir con La trinchera infinita, de Arregi, Goenaga y Jon Garaño, un filme que en los premios del cine estatal consiguió quince nominaciones y dos premios, sin contar otros reconocimientos.
El broche se pondrá el sábado 29, día que se abrirá con el corto Garbage, José Muniain. Después se producirá el estreno de Begirada, película compuesta por diez piezas creadas por cineastas jóvenes de Álava. En concreto, esta apuesta lleva las firmas de Marino Pardo, Julen de la Serna, alumnado de CIFP Mendi-zabala LHII, alumnado de la Escuela de Artes y Oficios, Asociación Iris Audiovisual, Ainhoa Ordóñez, Jorge Moneo Quintana, Maitane Carballo, Sara Mauleón y Yago Mateo.
"Sentíamos la necesidad y la inquietud de hacer este proyecto", explica Mauleón, quien describe que, más allá del hilo conductor que supone la capital alavesa, las diez piezas responden a temáticas y estilos variados. "Ha sido un aprendizaje estupendo y además hemos hecho redes entre nosotros para próximas producciones. El proceso de Begirada ha sido un reto que empezamos en 2018 y estar aquí, en la Semana, es una gran oportunidad" también posible gracias a la financiación de la propia Fundación Vital y, en el arranque del camino, Gauekoak. Tras este primer pase, que a buen seguro será una fiesta y un acontecimiento, el primer filme colectivo sobre Vitoria quiere buscar distintas sendas para distribuirse, aún asumiendo que este tipo de formatos en ocasiones pueden encontrar un encaje complicado. Pero si se ha llegado hasta aquí, es por algo.