Vitoria - Están siendo días de mucho ajetreo para la Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE). El pasado sábado, dejando muy buen sabor de boca, la agrupación se estrenó en el Théâtre des Champs-Élysées de París, aunque han poco tiempo para pensar en lo ya ocurrido porque la temporada de abono de la formación pide paso. De hecho, hoy vuelve a pasar por la capital alavesa, por un Principal que ha estado casi de vacaciones de cara al público durante este mes de enero que ahora termina, una calma solo rota, precisamente, por Robert Treviño y sus músicos tanto el pasado día 14 como esta tarde.

Como es habitual, la cita será a partir de las 20.00 horas, aunque quien no tenga ya su entrada en la mano, va a tener que correr porque al cierre de esta edición quedaban menos de 20 butacas libres. Hace ya mucho tiempo que los recitales de la OSE en la capital alavesa son sinónimo de lleno, sobre todo teniendo en cuenta el alto porcentaje de abonados con respecto al aforo del centenario teatro de la calle San Prudencio.

Así las cosas, la OSE, con Treviño de nuevo al frente, compartirá con el público gasteiztarra un programa con dos nombres propios. En la primera parte, los espectadores podrán escuchar las versiones orquestales que Maurice Ravel realizó de Une barque sur l'océan y La Valse, "asombrosas por su imaginación tímbrica y riqueza de colores instrumentales", según la agrupación.

Ya en la segunda parte, toda la atención recaerá en La canción de la Tierra (Das Lied von der Erde) de Gustav Mahler. Compuesta durante uno de los periodos más dolorosos de la vida del autor, reúne seis canciones que tanto celebran los gozos de la vida como reflexionan sobre la pérdida y la muerte. Treviño estará acompañado de dos grandes especialistas en la música del compositor bohemio: la mezzosoprano Jennifer Johnston, que ha cantado las partes solistas de sus sinfonías con orquestas como la de Cleveland o la Filarmónica de Viena; y Corby Welch, un heldentenor muy solicitado en los teatros alemanes para interpretar óperas de Wagner.