Vitoria - “Cuando terminé de estudiar teatro y yo quería hacer dirección, las casualidades de la vida me llevaron a trabajar en un casting... y allí me quedé”, sonríe Txabe Atxa. Eso sí, también en aquellos momentos estuvo al otro lado, viviendo alguna situación, cuando menos, peculiar: “recuerdo una vez en la que me trataron fatal. De hecho, me echaron”. Por eso, entre otras cosas, “siempre busco poner las cosas fáciles a los actores y actrices para que todo vaya a favor”, apunta la directora de casting de largometrajes como Errementari, Vitoria, 3 de marzo, Pequeñas coincidencias...

Desde su amplia experiencia, Atxa es la protagonista este lunes a las 19.00 horas en Dendaraba de la nueva charla organizada por la Asociación de Productores Audiovisuales Independientes de Álava Apika para dar a conocer a los profesionales del territorio y a las distintas áreas que intervienen en una producción audiovisual. Como siempre, el acceso a la conferencia -titulada La dirección de casting: La importancia del reparto de actrices y actores- será gratuito.

Un encuentro -que cuenta con la colaboración de la Diputación y la Fundación Vital- en el que Atxa quiere, en primer lugar, hacer ver que “hay un mito según el cual los directores de casting elegimos el reparto y eso no es así. Lo elige el director. Nosotros ofrecemos diferentes posibilidades según nuestro criterio, la lectura que hacemos del guión y de lo que hablamos con el director, y ya luego es él o ella quien elige. Y luego quiero también dar la importancia que tiene al trabajo que se hace dentro de una sala de casting” para lo que propondrá varios ejemplos prácticos y reales.

Ella tiene claro que en cualquier selección de intérpretes de cara a un rodaje “la actitud tiene que ser siempre la misma, me da igual que sea con un actor protagonista, que con alguien que tiene una frase. Todos merecen el mismo trato porque todos son muy importantes para una película, también los figurantes”, más allá de que se pongan por delante proyectos en los que se buscan cuestiones muy específicas que llevan a tratar con personas que nunca han tenido ninguna experiencia interpretativa. “Ahí tienes que encontrar otra manera de comunicarte”.

Al fin y al cabo, Atxa sabe que “en un casting se sufre mucho. Y por eso hay dos cosas imprescindibles en un momento así: la empatía con los actores y la sensibilidad”. No siempre se ha actuado así, como el propio cine ha mostrado en ocasiones. “Sí ha habido gente que ha utilizado su puesto de director de casting como un poder. Pero es tu profesión, hazla lo mejor que puedas y ya está porque al final somos todos compañeros”.

Lo dice quien no para de ser reclamada tanto en Gasteiz como fuera. “Mientras haya trabajo y sea bonito, me da igual dónde haya que ir. En Madrid también hemos estado en proyectos muy chulos. Igual la diferencia es que en Vitoria trabajo más relajada. Vas andando a los sitios”, sonríe. - C.G.